PAN-PRD: contradicciones de una alianza

Gilberto Valadez

Aguascalientes, Ags.- El conservador Partido Acción Nacional y el izquierdista Partido de la Revolución Democrática habían tenido una historia de antagonismos durante décadas, hasta hace unos años cuando empezaron a firmar coaliciones que en el pasado pudieron considerarse insólitas.

Ahora en el caso de Aguascalientes vuelven a ser aliados, pese a que los resultados electorales no siempre han sido benéficos al menos para el llamado Sol Azteca, que incluso se quejó de ello tras los comicios de 2018.

Antagonistas en temas de derechos de la mujer y de la diversidad sexual, las diferencias entre panistas y perredistas alcanzaron su punto máximo con la Ley Provida; aunque ahora se encuentran en el mismo equipo para las votaciones de junio.

Agua y aceite

Los primeros intentos de una coalición entre Acción Nacional y el Sol Azteca se remontan al año 2010 cuando los dirigentes César Nava, del PAN, y Jesús Ortega, del PRD, analizaron esa posibilidad. Misma que se concretó en algunas elecciones estatales como en Puebla e Hidalgo.

A nivel local, ello se estudió en diversas ocasiones por las dirigencias en turno, pero nunca se concretaba en la práctica. Ni siquiera en sucesos como las elecciones federales de 2015 o las estatales de 2016. Finalmente, esto ocurrió para las votaciones locales del año 2018, luego que el PAN, PRD y Movimiento Ciudadano pactaron ir juntos para la renovación de alcaldías y diputaciones. El Partido de la Revolución Democrática también apoyó al panista Javier Luévano como aspirante a diputado federal por el I Distrito que obtendría en las urnas.

Aunque el PRD ganó la presidencia municipal de Pabellón y mantuvo su tradicional curul en el Congreso local, los resultados fueron considerados deficientes por su propia dirigencia estatal. Al grado que el 6 de noviembre de 2018, el líder en turno del Sol Azteca, Daniel Vita, anunciaba que el PRD prefería ir sin alianzas para futuros comicios.

“Nosotros quisiéramos ir solos porque no se cumplieron las expectativas que esperábamos; mucha gente se nos desencantó por esa situación. El clamor es que vayamos solos, y pienso que debiera ser así, esto a fin de tener un reencuentro con el electorado que se nos ausentó”, manifestó Vital, en entrevista para un diario local.

Primeras escaramuzas

Ya antes de que el gobierno del panista Martín Orozco entrara en funciones, hubo las primeras escaramuzas con el PRD.

El 1 de noviembre de 2016, un mes antes de la toma de protesta de Orozco, el entonces dirigente estatal del Sol Azteca, Emmanuel Sánchez Nájera, denunció supuesta intromisión del futuro Ejecutivo en el seno de la Universidad Autónoma de Aguascalientes. “La Universidad Autónoma de Aguascalientes no es autónoma, por decisión personal de sus directivos ha decidido estar subyugada siempre al gobierno en turno, tanto el actual Gobierno del Estado como el futuro Gobierno del Estado deben sacar las manos del proceso interno que se lleva a cabo”, manifestó el perredista.

Pocas semanas después, en enero de 2017, el entonces líder panista Paulo Martínez López acusó al PRD por pretender “raja política” de las concesiones de taxis heredadas de la anterior administración del PRI y que el nuevo gobierno del PAN no había avalado. Le respondió el diputado perredista Iván Sánchez Nájera considerando que Martínez “no está bien enterado del tema”.

“Ley retrógrada”

Aunque el matrimonio entre personas del mismo sexo es una bandera del PRD, los panistas se han opuesto férreamente al tema. Uno de los casos más emblemáticos es el de Leonardo Montañez Castro, ahora candidato del PAN por la alcaldía de Aguascalientes. El 20 de agosto de 2016, cuando era diputado local por el blanquiazul, Montañez Castro se lanzó contra el matrimonio gay, al cual calificó como una agenda impuesta desde el extranjero.

Otro botón de muestra es el de la diputada panista Paloma Amézquita, férrea crítica de la adopción de niños entre parejas del mismo sexo. Al grado que, en mayo de 2017, anunció abiertamente que nunca impulsaría un documento de ese tipo. El perredista Iván Sánchez le respondió en esas fechas, argumento “no hay estudios que muestren que exista diferencia entre un niño criado por una pareja homoparental y un niño que vive en una familia que podríamos considerar tradicional”.

Pero la última polémica entre panistas y perredistas se enfocó a la denominada Ley Provida que impediría la interrupción al embarazo bajo cualquier circunstancia, incluyendo casos de violación.

La primera vez que se votó el dictamen ocurrió el 27 de diciembre de 2018, cuando no se alcanzaron los votos suficientes al tratarse de una reforma constitucional, 18 de 27 sufragios. Sin embargo, a mediados del siguiente año, la fracción del PAN en el Legislativo volvió a retomar el asunto.

Entre de los impulsores de la iniciativa se encontraban el líder local del PAN, Gustavo Báez Leos, quien abiertamente se ha declarado Provida, además de la citada Paloma Amézquita, vinculada al grupo ultraconservador Frente Nacional de la Familia.

El 21 de junio de 2019, Emmanuel Sánchez Nájera acusó directamente el líder estatal de Acción Nacional por ser el promovente de una ley que él mismo calificó de “retroceso”.

“Hay que decirlo también con todas sus letras, quien está detrás de esta iniciativa, es Gustavo Báez; no ha dejado el propio Congreso, independientemente de que haya dejado la curul, sigue intentando ejercer presión desde la presidencia de Acción Nacional. Sigue manteniendo este control férreo dentro de la bancada, pero además lo intenta dentro del Congreso”, dijo el perredista.

La Ley Provida se quedó en la congeladora durante algunos meses, pero el PAN la retomó justo antes del proceso electoral. De esta forma, en sesión extraordinaria del pasado 12 de febrero, el documento fue avalado por mayoría.

Aunque todos los diputados del PAN votaron a favor, el documento también recibió los apoyos de representantes del Partido Verde, Nueva Alianza y hasta del PRI. No fue el caso del perredista Jorge Saucedo Gaytán, que la votó en contra.

Tras la votación de la Ley Provida, el líder estatal del Sol Azteca, Iván Sánchez Nájera, tronó contra el acuerdo y abiertamente calificó de “retrógradas” a quienes avalaron el documento y lo achacó más la presión de los grupos religiosos interesados en el tema.

Pero recién el lunes 19, Gustavo Báez, Leonardo Montañez y los hermanos Sánchez Nájera se reunieron en un evento público, para formalizar la alianza PAN-PRD para los comicios locales donde se renuevan alcaldías y diputaciones.