Obras de arte que esconden maldiciones

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Venus del espejo (Velázquez)

La ‘Venus del Espejo’ es una conocidísima obra de Diego Velázquez. El pintor español tiene numerosas obras muy famosas, como ‘Las Meninas’, debido a su enorme calidad. Sin embargo, el cuadro que vemos en la imagen no solo es famoso por eso, sino por la historia que tiene detrás.

Si hablamos de cuadros malditos, este es sin duda el más famoso que nos podemos encontrar. Durante años, ningún museo ha querido quedárselo. ¿El motivo? Muchas de las personas que fueron sus propietarios murieron asesinados, por lo que se dice que la obra está maldita.

Además, ayuda a alimentar esta leyenda el hecho de que un empleado de un museo trató de destruirlo con una navaja pero no fue capaz.

Los niños llorones (Bruno Amadio)

La maldición de ‘Los niños llorones’ de Bruno Amadio es también muy conocida. Y es que, en este caso no es un solo cuadro el que guarda una historia de lo más oscura, sino que sucede lo mismo con la mayoría de la serie de 27 retratos de niños llorando que pintó el italiano.

Amadio hizo una serie pinturas cuyos protagonistas eran niños que vivían en la calle. Se dice que esta colección está maldita porque casi todas las personas que han sido propietarias de uno han muerto asesinadas. Además, el cuadro del niño que vemos en la imagen ha quedado intacto tras varios incendios.

‘The hands resists him’ (Bill Stoneham)

La historia de este cuadro se hizo muy famosa hace unos años gracias a eBay. ‘The hands resists him’ es una obra de 1972, y pertenece al pintor Bill Stoneham.

En el año 2000 un vendedor anónimo la puso a subasta en eBay, pero alertó a los posibles compradores de que se trataba de una pintura que estaba embrujada. Además, advertía que algunos de sus anteriores propietarios habían sido sacudidos por historias macabras, y algunos habían tenido un trágico final.

El protagonista del cuadro es el propio artista cuando era niño, ya que se inspiró en una foto que le habían hechos sus padres junto a una vecina. Hay leyendas que dicen que los niños del cuadro se pelean durante la noche.

El cuadro de la niña en el hotel Driskill

El cuadro que tiene a esta niña aparentemente angelical como protagonista se encuentra en las paredes del hotel Driskill, ubicado en Austin (Estados Unidos). Aunque el cuadro no es que sea una pasada, lo cierto es que tampoco parece tener nada de raro.

Sin embargo, muchos huéspedes de este hotel aseguran haber vivido episodios muy extraños por culpa del cuadro. Al parecer, quienes se han detenido a mirar a la niña han sentido intensos mareos al instante, y sin explicación alguna.

Retrato de Bernardo de Gálvez

Bernardo de Gálvez fue un militar y político español, que tuvo un papel importante en la independencia de Estados Unidos. Sobre él existen numerosos retratos, e incluso uno de ellos está colgado en las paredes del Capitolio.

Sin embargo, uno de esos retratos, que se encuentra en el Hotel Gálvez tiene una historia un tanto extraña detrás. Quienes han podido ver la pintura de cerca aseguran que parece que los ojos te estuviesen vigilando. Además, también se dice que hay un espíritu misterioso rondando por la obra.

Los cuadros de Yuko Tatsushima

Aunque en general todas las obras de la artista japonesa Yuko Tatsushima resultan cuanto menos, perturbadoras, lo cierto es que esta llega a ponerte los pelos de punta.

Eso es al menos lo que dicen quienes han tenido la suerte o la desgracia de contemplarla de cerca… Y es que, cuando miras el cuadro, sus ojos te dicen cuándo vas a morir y cómo va a ser tu final. Además, dicen que esta obra puede llegar a despertar instintos suicidas en todo aquel que la haya visto.

Desde luego, después de leer esto, a nadie le quedarán muchas ganas de encontrarse con una obra de esta mujer.

El retrato embrujado de Lalaurie

Delphien Lalaurie es conocida por su extrema crueldad. Esta mujer estadounidense que pertenecía a la alta sociedad, fue la artífice de decenas de asesinatos de hombres y esclavos negros en el siglo XVIII.

Este retrato no se realizó hasta mucho tiempo después… Fue en 1997, cuando la persona que residía por entonces en Lalaurie House (también conocida como la mansión embrujada de Lalaurie) le encargo a Ricardo Pustanio una pintura suya. Aunque todo parecía normal, en un tiempo recibió quejas porque el rostro parecía moverse. Además, dicen que la mujer también suspira y hace ruidos extraños.

El hombre angustiado

Desde luego, el nombre de este cuadro le viene como anillo al dedo. Y es que, mirar esta pintura produce una sensación para nada agradable. Al parecer, el hombre que lo pintó padecía graves problemas mentales. Para hacer la pintura llegó a utilizar su propia sangre, y después de terminarla se suicidó.

Ahora este cuadro tan extraño pertenece a una familia que asegura que las puertas de la habitación donde se encuentra se abren y se cierran de manera misteriosa continuamente. Además, aseguran que el cuadro emite quejidos.