Redacción
EU.-¿Quién puede medir el tamaño del golpe que Nike está dando a Adidas al quitarle el patrocinio de la camiseta de la Selección de Alemania?
Antes del Mundial 2022, la Federación alemana era la que más percibía por concepto de uniforme con ingresos cercanos a los 64.7 millones de dólares anuales, pero el nuevo acuerdo, que arranca en 2027 y termina en 2034, supone ingresos superiores a los 107.9 millones.
Casi el doble. En Alemania, hay reproche por dejar a una marca nacional con la que la Mannschaft había estado ligada por más de 70 años e irse con una yanqui, sobre todo porque el propio CEO de Nike, John Donahoe, restregó en la cara el acuerdo: “(es una) grandiosa prueba de que nadie nos puede vencer si damos lo mejor de nosotros”.
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Y Nike ha dado lo mejor por las buenas y por las malas…Adidas vistió a la Selección de Estados Unidos en el Mundial de 1994, ese evento permitió a Nike dimensionar el tamaño del negocio en el que no estaba completamente metido. Entonces fue por el campeón del mundo, Brasil, que vestía Umbro (a la que asestaría golpes mortales de los que ya hablaremos), y firmó un acuerdo por 400 millones de dólares por 10 años, a partir de 1995.
Al día de hoy, sigue vistiendo a la ‘Verdeamarela’, aunque ahora le paga menos, algo que ya reprochó el máximo ganador de Copas del Mundo, percibe unos 23 millones de dólares ahora. Pero Nike no se conformó con eso y se arregló con México terminado el Mundial 2002, en Corea-Japón, y hasta Alemania 2006; en 2007, sin embargo, Adidas ofreció 5 veces más -en palabras del presidente de la FMF, Justino Compeán- y se llevó al Tricolor.
Sin ser malinchista ni tampoco enaltecer de más a la camiseta mexicana, no es que Adidas haya hecho una declaración hostil con este acuerdo, pero sí es verdad que la verde es una camiseta que genera ingresos importantes, por eso en la última renovación, en 2019, la marca alemana habría acordado el pago de unos 20 millones de dólares anuales hasta 2026, al ser una de las camisetas más vendidas del mundo.
Ya sin México (insisto, tampoco es que la marca llorara la pérdida), Nike se lanzó por el mercado europeo de los campeones del mundo (ya había patrocinado camisetas de Selecciones importantes como Holanda -renombrada como Países Bajos- y Portugal), y apostó por Francia.
Les Bleus dejaron Adidas en 2011 luego de 38 años de relación al firmar un acuerdo para vestir la “swoosh” por 400 millones de euros, a razón de 57.1 millones anuales.
En 2018 renovaron hasta 2026, y ahora perciben 60 millones anuales. Después, hizo un movimiento hostil en Inglaterra.
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En un momento de debilidad, la icónica marca inglesa Umbro fue adquirida en 2007 por Nike en 582 millones de dólares; en 2014, la estadounidense se deshizo de ella al venderla a Iconix por apenas 225 millones.
¿Qué hizo Nike en ese periodo? Rompió dos de los contratos más importantes de Umbro, el del nuevo Manchester City ultrapoderoso (ahora viste PUMA) en 2013, y, el más importante, el de la Selección de Inglaterra, a la que ofreció cambiar el rombo por la palomita por una mejora sustancial en el contrato de 39.2 millones anuales que tenía hasta 2018 con Umbro; la inglesa no opuso resistencia por obvias razones. Eso acabó con 60 años de relación con la que vistió a los Tres Leones en su única Copa del Mundo, en 1998.
Nike, que ha desatado innumerables veces polémicas por sus diseños “innovadores” en diferentes Selecciones, ahora está en polémicas por cambiarle los colores a la bandera inglesa, pero esa es harina de otro costal.
Ahora mismo, Inglaterra renovó su contrato con Nike hasta 2030 a cambio de 39 millones de dólares anuales. Entre los fieles a Adidas, sigue la campeona del mundo actual, Argentina, que mejoró su contrato en 2017 y pasó a recibir 24.8 millones al año, pero no se han revelado cifras del nuevo acuerdo tras ganar en Qatar.
Por su parte, España renovó en 2019 con Adidas hasta 2030. Este acuerdo representa ingresos por 20 millones anuales; cuando acabe ese acuerdo, adidas y La Roja habrán estado ligadas por 46 años.
Además, logró hacerse con la Selección italiana, a la que vistió en 1974 y que ahora patrocina desde 2023, a cambio de unos 37.8 millones de dólares anuales, y se la quitó a su otro archirrival, PUMA, que había tenido a la Azzurra por 20 años y la vio levantar la Copa del Mundo de 2006.
Por ahora Nike le está comiendo el mandado a adidas, habrá que ver cómo espabila la firma de las tres líneas porque no está acostumbrada a perder.
Con información de El Financiero