Redacción
El Papa Francisco, el primer pontífice latinoamericano y figura clave en la Iglesia católica del siglo XXI, falleció este lunes a los 88 años en la Domus Santa Marta, su residencia en el Vaticano, tras complicaciones derivadas de una neumonía bilateral.
“A las 7:35 de esta mañana (tiempo local), el obispo de Roma, Francisco, regresó a la casa del Padre. Toda su vida estuvo dedicada al servicio del Señor y de su Iglesia”, anunció el cardenal Kevin Farrell, camarlengo del Vaticano. Tras el anuncio, las campanas repicaron en iglesias de toda Roma.
Francisco, nacido como Jorge Mario Bergoglio en 1936 en Buenos Aires, Argentina, fue elegido Papa en marzo de 2013, tras la histórica renuncia de Benedicto XVI. Se convirtió en el Papa número 266 y en el primero no europeo desde el siglo VIII.
Durante sus 12 años de pontificado, Francisco marcó un nuevo rumbo en el Vaticano con su estilo austero, sus mensajes a favor de los pobres y sus posturas que incomodaron a sectores conservadores, al criticar abiertamente al capitalismo salvaje y al advertir sobre los riesgos del cambio climático.
A pesar de haber perdido parte de un pulmón en su juventud y de sufrir una enfermedad pulmonar crónica, Francisco se mantuvo activo hasta sus últimos días. El pasado 14 de febrero fue internado en el hospital Gemelli por una crisis respiratoria que derivó en su hospitalización más prolongada como pontífice.
En un gesto inesperado, el Papa salió del hospital el Domingo de Resurrección, apenas un día antes de su muerte, para bendecir a los fieles en la Plaza de San Pedro y recorrer el lugar en el papamóvil, desatando una ola de emoción entre miles de personas.
En febrero de 2016, visitó México durante seis días, recorriendo Ciudad de México, Estado de México, Chiapas, Michoacán y Chihuahua. Fue la séptima visita papal al país y la única de Francisco, quien se declaró conmovido por el fervor de los mexicanos.
Su nombre papal lo eligió en honor a San Francisco de Asís, símbolo de humildad y entrega. Con su partida, termina una era marcada por un papado que buscó reconciliar a la Iglesia con los desafíos del mundo moderno.