Miedo al ICE vacía estadios en partidos del Tricolor en EU

Redacción

Las políticas migratorias del gobierno de Donald Trump comienzan a dejar huella en el fútbol. En el último amistoso de la selección mexicana antes de la Copa Oro, el Estadio de la Universidad de Carolina del Norte lució semivacío: apenas 20 mil aficionados acudieron al partido contra Turquía, en un recinto con capacidad para 55 mil personas.

La baja asistencia fue atribuida al temor de redadas por parte del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE). Para muchos aficionados, portar una bandera, un sombrero o viajar en grupo representaba un riesgo, incluso para quienes cuentan con estatus migratorio legal. “Va a ser muy difícil que la gente se sienta segura en un partido”, advirtió Cristobal Ramón, asesor en jefe en migración de Unidos US, citado por La Opinión.

El miedo no es infundado. Una encuesta de Unidos US revela que 43% de los latinos temen ser arrestados por ICE, aunque tengan documentos en regla. En este ambiente de incertidumbre, la posibilidad de que los estadios se conviertan en puntos de control migratorio ha provocado que muchos aficionados se alejen de las gradas.

En Charlotte, donde México venció 1-0 a Turquía con un gol de Orbelín Pineda al minuto 45, se notó la ausencia de porras numerosas y del ambiente festivo que suele acompañar al Tricolor. Incluso grupos de seguidores decidieron no viajar, por temor a que los autobuses fueran blanco de inspecciones.

La situación también ha obligado a la selección a tomar precauciones logísticas. Para el debut en la Copa Oro este sábado ante República Dominicana, México cambiará su hotel sede en Los Ángeles. Según medios locales, la concentración se trasladará de Inglewood a Long Beach, a la espera de la autorización final de la Confederación.

Mientras tanto, la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, decretó un toque de queda en el centro de la ciudad, vigente hasta las 6:00 horas de este miércoles, como medida preventiva por tensiones sociales.

A pesar del panorama, el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, descartó preocupación por la posible presencia del ICE en los estadios durante la Copa Oro, que se jugará del 14 de junio al 6 de julio.