Matan a 7 jóvenes en Guanajuato; se atribuye crimen el Cártel de Santa Rosa

Redacción

Siete jóvenes, entre ellos menores de edad, fueron asesinados la madrugada del 19 de mayo en la comunidad de San Bartolo de Berrios, en el municipio de San Felipe, Guanajuato, en un ataque atribuido al Cártel de Santa Rosa de Lima.

El crimen ocurrió poco después de las 2:00 de la mañana, cuando varias camionetas con vidrios polarizados irrumpieron en la plaza principal del pueblo y abrieron fuego contra un grupo de jóvenes que convivía tras una fiesta organizada por la parroquia local. Se escucharon al menos 100 disparos de armas largas.

Los cuerpos quedaron esparcidos alrededor de una camioneta frente al kiosco. Algunos yacían sobre la banqueta; otros, a pocos metros, como si hubieran intentado escapar. Los peritos de la Fiscalía trabajaron hasta la mañana en el levantamiento de los cadáveres.

Las víctimas tenían entre 16 y 17 años. Se encontraban entre ellos los hermanos Tapia, hijos del delegado de la comunidad, y Miguel Juárez, integrante visible de la comunidad LGBTQ+ local. Uno de los jóvenes vivía en Chirimoya, una comunidad cercana.

Horas después del ataque, aparecieron narcomantas en distintos puntos del municipio, presuntamente firmadas por el Cártel de Santa Rosa de Lima. “Ya llegamos a San Felipe y sus comunidades”, se leía en los mensajes, con amenazas dirigidas al Cártel Jalisco Nueva Generación, su rival en la región.

El secretario de Seguridad y Paz de Guanajuato, Juan Mauro González, reconoció que los grupos criminales están expandiendo su presencia en municipios medianos. “Se están moviendo para controlar nuevas rutas y recursos”, dijo.

Guanajuato es desde hace años uno de los estados más golpeados por el crimen organizado. La masacre en San Bartolo es la número 12 en lo que va del año, según la Fiscalía estatal. Hasta ahora no hay detenidos ni pistas públicas sobre los responsables.

“Los Obispos de México alzamos la voz ante esta tragedia”, señaló la Conferencia del Episcopado en un comunicado, donde exigieron seguridad y justicia, y advirtieron sobre la normalización de la violencia.