El Música
Aguascalientes, Ags.- Literalmente “se manchó” el vato, es decir Juan Pablo Gómez Diosdado para quien no lo conoce es el Contralor General del estado.
Y es que reza el dicho popular “el que se lleva se aguanta” y simplemente “Diosdado” cómo le llaman en el argot político no aguantó vara.
Por andar de metiche y queda bien, por cumplir un compromiso utilizó su “poder e influencia” hasta donde pudo para de manera tramposa incidir entre los jueces para beneficio de su interés sin embargo eso no fue suficiente, porque había prometido el triunfo.
Empero al iniciar la contienda le comieron el mandado de fea manera y ya en el berenjenal no supo cómo competir por lo que comenzó a lanzar lodo y a embarrar a todo el que pudo, de manera que terminó rompiendo un pacto no escrito.
Manchado terminó, “pero feliz” dicen sus allegados porque desde su óptica valió la pena el cochinero tras los resultados conocidos por todos en el proceso de elección de la nueva monarca de la fiesta abrileña.
No obstante Diosdado dejó claro que aunque jugó sucio, al final no perdió, sino que su satisfacción fue que su compañero no ganó tampoco.
Ahora habrá que esperar sí en los cambios que se avecinan al interior del gobierno del estado no sale bailando por ser más trompudo que cochino.