Los últimos 3 años de su gobierno no le alcanzarán a EPN para cumplir sus promesas económicas: especialistas

Sin Embargo

Ciudad de México.– Especialistas en materia económica coincidieron en que luego de dos años de débil crecimiento económico, y ante el pronóstico de un tercero con las mismas condiciones, la administración del Presidente Enrique Peña Nieto no podrá revertir lo perdido en los últimos 10 años, ni mucho menos lograr el objetivo de crecer a ritmos de al menos 4 por ciento cada año.
Algunos analistas ven posible que con la implementación de las reformas estructurales, sobre todo la Energética, se logre durante 2016, 2017 e incluso en 2018, que el Producto Interno Bruto (PIB) crezca alrededor del 4.1 por ciento; la mayoría, sin embargo, alerta de pocas posibilidades para que este crecimiento se dé antes de que termine la actual administración.

El pasado 19 de mayo, el Banco de México (Banxico) ajustó a la baja su estimado de crecimiento económico en 2015 y lo situó en un rango de 2 y 3 por ciento, desde el previo de 2.5 y 3.5 por ciento. Dos días después, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) hizo lo mismo: redujo sus expectativas a un rango de 2.2 y 3.2 por ciento, del 3.2 y 4.2 por ciento que tenía originalmente.

De acuerdo con un estudio del Centro de Investigación en Economía y Negocios del Tecnológico de Monterrey, durante el primer trimestre de 2015, el PIB de nuestro país aumentó 2.5 por ciento a tasa anualizada en donde las actividades primarias exhibieron el mayor crecimiento, 6.8 por ciento, seguidas por las actividades terciarias, con un 2.9 por ciento, y las secundarias, con 1.4 por ciento. Si bien el crecimiento del PIB es superior al obtenido en el mismo periodo del año pasado, cuando fue de 2.0 por ciento, “la recuperación de la economía todavía no es suficiente para alcanzar los niveles de crecimiento esperados”, coincidieron economistas y financieros.

Eduardo González Nolasco, coordinador de Estudios Económicos de Banamex Citibank, dijo a SinEmbargo que un crecimiento de la economía mexicana por arriba del 4 por ciento en el resto de este sexenio “compensaría el potencial que hasta ahorita se tiene, y que está basado en todo el proceso de reformas que ha vivido el país. Esto supone, desde el punto de vista teórico, y algunas estimaciones que tenemos, que el PIB potencial de México debe de aumentar, ante el cúmulo de reformas, en un promedio anual de al menos 4 por ciento para los próximos años”.

Sin embargo, alertó, existen riesgos que no permitirían lograr este porcentaje de crecimiento. Entre ellos, destacó, las expectativas de recuperación de la economía de Estados Unidos que no son tan sólidas como lo que se está esperando, así como que la recuperación económica mundial, que ha sido relativamente lenta, y que incluso amenaza con estancarse.

Otros factores que podrían convertirse en un riesgo para el crecimiento económico de México son la inestabilidad y la volatilidad que se ha visto en torno a los mercados financieros, y que ésta se extienda por más tiempo de lo que se espera, ante la inminente alza de tasas de interés de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed, por sus siglas en inglés).
Germán Rojas Arredondo, académico del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), sostuvo que “si nosotros quisiéramos crecer para eliminar la pobreza, dar a los mexicanos un mejor nivel de vida, poder ofrecer una buena jubilación y mejores sistemas de salud y educación, tenemos que crecer mucho para que se genere mucha riqueza, para poder tener un país más justo. Para poder tener un crecimiento que nos haga recuperar lo que hemos perdido en los últimos 10 años, necesitaríamos crecer a tasas por arriba del 4 por ciento, quizás cerca del 5 por ciento”.

El especialista consideró que en este sexenio no se podrá ver ningún año con tasas de crecimiento de arriba del 5 por ciento, incluso ni siquiera por arriba del 4 por ciento. Para ello, dijo, “se necesitaría un cambio radical en los mercados extranjeros y en las condiciones internas de nuestro país. Día a día vemos en los diarios que no estamos cambiando nada, seguimos siendo los mismos”.

En tanto, la doctora María Fonseca Paredes, directora de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey, campus Estado de México, sostuvo que es posible que se vea un crecimiento mayor al que se ha registrado durante los primeros años de la actual administración, debido a que en 2016 probablemente se comiencen a observar resultados de la Reforma Energética.

Sin embargo, consideró, la situación de inestabilidad internacional y la caída en los precios del petróleo “nos obliga a fortalecer nuestro mercado interno, que ése es el que no nos ayuda, en cuanto a compensar a lo que no se llegase a dar a través de, por un lado, el sector público, y por otro, las mejores condiciones a nivel internacional”.

“Más nos vale que creamos” en que las reformas van a contribuir al crecimiento económico de México, dijo. Sin embargo sostuvo que “con ellas o sin ellas, y a pesar de ellas, tenemos que salir de este bache”.

En el mercado interno, insistió, “es donde hemos quedado peor parados”. En otros tiempos, en medio de condiciones internacionales adversas, se contaba con un mercado interno con mejores oportunidades, lo que ayudó en esos momentos al crecimiento. Pero, actualmente, no hay ese contexto.

Un estudio del Tecnológico de Monterrey explica que las tasas de crecimiento económico de nuestro país en los últimos años no han permitido crear los empleos de calidad que la Nación requiere, de tal forma que las condiciones del mercado laboral se han deteriorado constantemente afectando los niveles de bienestar de la población.

Calificadoras como HR Ratings han pronosticado que la economía mexicana podría alcanzar tasas de crecimiento superiores al 3 por ciento a partir de 2017, de acuerdo con un reporte liberado en abril pasado.

En tanto, apenas esta semana, expertos de BofAML Merrill Lynch Global Reasearch (BofAML) previeron que el “Mexican moment” sigue ahí, pues sostuvo que la economía del país ha destacado sobre el resto de la región de América Latina.

“Prevemos que la actividad económica se acelere en los siguientes trimestres, y que el segundo trimestre vuelva a acelerarse al mismo tiempo que el gasto fiscal por las elecciones del 7 de junio se sienta en la economía”, sostuvo la firma especializada en economía y finanzas.

¿CRECIMIENTO HASTA 2018?

Eduardo González Nolasco, coordinador de Análisis Económico de Banamex, recordó que en el primer trimestre de este 2015 se registró un crecimiento relativamente bajo. “Esto en buena medida respondió al crecimiento en Estados Unidos, tanto de su PIB, como de su producción manufacturera, que se desaceleró de manera importante, y el crecimiento mexicano respondió a lo que estaba pasando en Estados Unidos”.

“Las cifras que se suponen ahora del primer trimestre, son confusas. Por un lado se ve que la mejoría en el mercado laboral norteamericano continúa, el sector inmobiliario está jalando de manera importante; sin embargo, la producción y otros indicadores de Estados Unidos siguieron debilitándose, lo que hace confuso prever un repunte”, previó.

En este contexto, refirió el especialista, “se vuelve difícil prever si la baja que hemos visto en los pronósticos de crecimiento en 2015 tanto en Estados Unidos como en México se van a estabilizar en los niveles actuales, si van a seguir bajando, o incluso si pudieran en algún momento repuntar”.

Sin embargo, dijo, “este año, el PIB mexicano podría crecer alrededor del 2.8 por ciento, aunque sí vemos algunos riesgos a la baja, como el de una caída continúa en la plataforma de producción petrolera y la desaceleración de la demanda externa”.

El economista comentó que ve una posible recuperación de la economía mexicana hasta la segunda mitad del 2015, debido a que durante abril y mayo se registró una caída adicional en la producción de petróleo, lo que implica que se le seguirá restando crecimiento en el segundo trimestre de este año. De verse una recuperación será por un repunte en los sectores manufacturero y el de construcción, al igual que una mejora por el lado de la demanda doméstica, donde se estarán reportando mejores cifras.

“Hemos visto que el consumo se aceleró en el primer trimestre del año y creemos que se va a seguir viendo un buen ritmo, si no muy alto sí para alcanzar un crecimiento de alrededor del 3 por ciento en el año […] No es lo que quisiéramos, pero creo que es lo que dadas las condiciones actuales se puede alcanzar”, explicó.

En cuanto a la perspectiva para los próximos tres años, González Nolasco estimó que “el crecimiento económico se va a seguir acelerando”. Lo anterior debido a razones como la previsión de que el próximo año la economía de Estados Unidos crezca, así como su producción manufacturera, sector donde el vínculo entre México y ese país es más fuerte. Para este año se espera que ese indicador crezca alrededor de 3.3, 3.4 por ciento allá, mientras que para 2016 se prevé se eleve en un 3.6 por ciento.

Detalló que en México, los sectores automotriz y el aeroespacial van a seguir siendo la punta de lanza del crecimiento económico, “porque jalan algunas otras industrias”. Mientras que el sector construcción, en el cual se prevén buenos números, “también debe reportar un efecto favorable sobre la masa salarial” y llevar a que el consumo privado se vea favorecido.

“Hay que sumar el hecho de que tanto las cifras de inversión que hemos estado viendo, como la extranjera, además de las que se esperan y están vinculadas con la Reforma Energética, traigan también a un efecto de consolidación y esto sea positivo para el crecimiento”, indicó.

En este contexto, dijo, “estamos viendo que durante 2016, 2017 y 2018 la tasa de crecimiento del PIB sea de alrededor del 4.1 por ciento, contra un magro crecimiento de alrededor de 2.1 por ciento de los primeros tres años; estamos esperando que esto se vaya a duplicar”.

Sin embargo, alertó, otro factor que puede afectar el crecimiento de México, es que las inversiones que se están esperando por la Reforma Energética “no se materialicen”.

“Creemos que muchos de estos fenómenos también se pudieran ver como oportunidades o riesgos a la alza, si los volteamos: mejores inversiones, así como una recuperación de Estados Unidos”, sostuvo.

Por su parte, Germán Rojas criticó que en lo que va del actual Gobierno federal la tasa de crecimiento del PIB ha estado revisándose a la baja, por debajo del 3 por ciento.

Por ello vaticinó que en los próximos años no habrá condiciones para que la economía mexicana pueda crecer mucho más de lo que ahora lo hace. Esto, debido a que viene un inminente aumento a las tasas de interés en Estados Unidos, que van a obligar que México incremente también sus réditos. “Eso va a dar una señal de retroceso económico”, expuso. Además, agregó, la incertidumbre financiera que hay en Europa hará que en el escenario “no haya un gran ambiente de optimismo en términos internacionales”.

El especialista expuso que las condiciones internas tampoco son las más optimas. “México está teniendo un montón de inversión extranjera, pero con todo y eso lo más que se podrá crecer es a 3 por ciento”, agregó.

Por tanto, si en los próximos años comienza a verse menos inversión extranjera debido a las adversas condiciones mundiales, “pues creceremos todavía menos”

“Todas estas reformas que hemos hechos y demás, son de a largo plazo. Creo que en este año, en el 2016, en el 2017 y en el 2018, no vamos a tener una tasa de crecimiento de la economía espectacular. Si el año próximo logramos crecer al 3 por ciento será bueno, pero dudo mucho que esto suceda”, comentó

Las reformas estructurales, añadió, síu generarán los resultados positivos que se previeron. Sin embargo, eso no va a suceder en el corto plazo sino hasta dentro de tres o cuatro años. “Si cuando se llevaron a cabo estas reformas no hubiéramos tenido la caída en los precios del petróleo, probablemente ahorita estaríamos creciendo más alto, pero no debido a las reformas porque éstas necesitan tiempo para cuajar”, abundó.

“Las reformas han sentado las posibilidades de crecer un poco más, pero debido a otros problemas coyunturales como la caída del precio del petróleo, los problemas sociales y políticos que tenemos en México ahora, hacen que no se vea todavía estos resultados en el corto plazo”, sostuvo.

Finalmente dijo que el país necesita que un mejor Estado de Derecho “que actualmente no tenemos”, así como una mejor política fiscal, menos corrupción y mejor educación, para entonces sí tener mejor condiciones para el crecimiento.