Los ciudadanos deben decidir en qué se gasta el dinero el gobierno: Emma Ramírez

Redacción

Aguascalientes, Ags.- Emma Ramírez, candidata a diputada federal por el II Distrito,  sostuvo que es momento de que los programas gubernamentales estén consensados y validados por los propios ciudadanos, a fin de evitar que sus objetivos se desvirtúen por la corrupción y los intereses clientelares del partido en el poder.

Durante un recorrido que realizó por las colonias Jardines de la Cruz y Jesús Terán     Emma Ramírez indicó que trata de cuidar que los gobiernos tomen más en cuenta a la sociedad. “Hay un cansancio al no ser considerados sobre las obras que hoy más se requieren y también sobre aquéllos programas que las familias necesitan para salir adelante”, indicó.

Habló así sobre su propósito de presentar las iniciativas que obliguen a los gobiernos aplicar un presupuesto participativo.  “Necesitamos una dinámica donde los propios ciudadanos decidan en que obras se debe usar su dinero. No dejemos que existan más obras faraónicas  que sólo son planeadas para el culto al político o para hacer negocios desde el poder”.

Explicó que de lograr que sean los ciudadanos los que decidan que obras necesitan y además constaten puntualmente como se aplica el gasto,  se estará construyendo una verdadera infraestructura para el desarrollo que será útil en el presente y para el futuro.

Al mismo tiempo, dijo, “estaremos erradicando todo tipo de abusos y dudas sobre la forma en que gasta cada gobierno”, agregó.

Emma Ramírez sostuvo que sólo quienes residen en  las colonias y las comunidades conocen con certeza la necesidad de una escuela o un centro de salud.  De lo lastimoso que es no tener agua o energía eléctrica.  Por eso, “es necesario que las decisiones dejen de tomarse desde la oficina y las autoridades pregunten y escuchen a la gente”.

Puntualizó que es posible avanzar en este tipo de iniciativas, ante la urgenciade buscar alternativas que erradiquen la corrupción en los gobiernos; además de que los ciudadanos demandan ser  escuchados  y tomados más en cuenta por sus representantes.