“Le dije rata y traidor”

Terra

CDMX.- La crisis que precipitó en el Congreso de la Unión el “fiscal carnal” hizo chuza: la mesa directiva de la Cámara de Diputados no se instaló.

En vez de acudir a entregar el Quinto Informe de Gobierno, el Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, vio por televisión cómo un subalterno ponía en manos de la presidenta de la Cámara el voluminoso documento. Y, en el alboroto, los priistas echaron porras al “traidor”, el panista Ernesto Cordero, flamante presidente del Senado de la República.

Lejos de las consignas que, en el Día del Presidente, aclamaban al titular del Ejecutivo, el coro que retumbó en San Lázaro fue: “¡No al fiscal carnal!”

La crisis también arrastró al panismo: dos militantes coincidieron en la tribuna y, salvo cuando se saludaron y despidieron, no cruzaron palabra alguna. Guadalupe Murguía, como presidenta de la Cámara baja, y Ernesto Cordero, como presidente del Senado.

Arropado por los priistas, al ex titular de Hacienda le llovió en su milpita.

La diputada panista Marta Cristina Jiménez Márquez alzó una cartulina para escarnio de su correligionario: “Cordero Iscariote”.

Otro legislador del blanquiazul, Santiago Torreblanca, tuvo el arrojo de plantarse atrás del colaborador de Felipe Calderón para levantar una pancarta y crucificarlo: “Aquí está el traidor”.

“Te amo EPN. Atte Cordero”, ironizó la también panista Mariana Arámbula.

Cordero pagó cara la osadía de haber asumido, la víspera, la presidencia del Senado, con el respaldo de sus correligionarios calderonistas Roberto Gil, Javier Lozano, Salvador Vega Casillas y Jorge Luis Lavalle, y el de las bancadas del PRI, Verde Ecologista y PT-Morena.

Los panistas dan por hecho que la llegada de Cordero a la presidencia del Senado allana el camino para que el Procurador Raúl Cervantes asuma, con “pase automático” de por medio, la Fiscalía General de la República.

Uno de los más furibundos anticorderistas, el senador colimense Jorge Luis Preciado, clavaba la vista en la tribuna para rumiar: “Allí está el perro…”.

“A Cordero ayer le dije rata y traidor, en su cara”, se deleitaba con el relato de la noche trágica el también senador Ernesto Ruffo.

-¿Y qué dijo él?

“Agachó la cabeza”.