Francisco Espinosa
Aguascalientes, Ags.- Carlos Alvarado Quezada, vocero de la Diócesis local, lamentó que la sociedad, en especial los jóvenes, se estén decantando por un mundo materialista que “termina por matar al alma, debido a que están concentrados en el exterior y no en lo espiritual”, precisando que este enfoque es el que ha provocado los altos índices de suicidios que tradicionalmente se han producido en la entidad.
“La soledad se convierte en una melancolía interna que se aloja en la rebeldía, apatía y coraje, generando un camuflaje al que se debe poner atención por los padres de familia”, expresó dejando claro que, si bien existen estudios psicológicos, “desde el punto de vista espiritual es necesario la interacción con las familias para hacerle entender a los jóvenes que tener cosas materiales no significa vivir la vida”.
Recordó que el fin del hombre, desde el punto de vista católico, no es el espacio terrenal, sino la búsqueda de la felicidad plena, algo que no es sinónimo de materialidad, sino un sustento para alcanzar ese camino. “Estamos en una realidad que constantemente amenaza perder el sentido de la trascendencia humana, por lo que los papás deberán estar alerta con sus hijos.
Pidió valorar a la soledad como un espacio del hombre, pero no dejando que los casos de adolescentes solitarios sigan aumentando, “debido a agresiones escolares u otros cambios sociales que provocan que la víctima se aleje y prefiera el suicidio”.