Redacción
Ciudad de México.- Un grupo de investigadores de la Universidad Católica de Lovaina, en Bélgica, han encontrado la relación que existe entre el consumo de dulces y la tristeza.
Ellos informan que el sabor dulce de estos alimentos está relacionado al aumento de determinados neurotransmisores y que al final funcionan como antídotos de la tristeza y el estrés.
Para llegar a tal conclusión, los investigadores suministraron azúcar a unos voluntarios mediante una sonda gástrica después de haberles inducido sentimientos de tristeza con música clásica acompañada de rostros melancólicos.
El resultado del estudio fue que el estado de ánimo de los voluntarios mejoró sustancialmente tras el ‘chute’, demostrando así que el azúcar nos ayuda a superar momentos de tristeza y apatía.
Las sustancias que se encargan de ese proceso anti tristeza son la dopamina, serotonina y adrenalina.
Cuando ingerimos un postre, un aminoácido llamado triptófano penetra en la barrera hematoencefálica (la que protege al sistema nervioso de sustancias nocivas presentes en el torrente sanguíneo) y estimula la liberación de serotonina. Esta hormona regula el sueño, la digestión, el control de la agresividad, el humor, es decir equilibra nuestro estado de ánimo.
La dopamina es considerada la hormona del placer, ya que regula la motivación y el deseo. Hace que repitamos conductas que nos proporcionan beneficios o placer.
En cuanto a la adrenalina, es la hormona que aumenta la presión arterial, el ritmo cardíaco y la respiración en respuesta a situaciones de peligro.
Con información de Flipa.