La NASA alista plan para promover que la gente tenga sexo desde el espacio exterior

Redacción

EU.-Las misiones espaciales pueden ser largas. Lo que es más: generalmente, se viven en completa soledad, o sólo con la compañía de las mismas personas en el equipo. Durante meses, la tripulación que sale de la estratosfera tiene que convivir entre sí, dejando de lado cualquier mecanismo para cuidar su salud mental —o su sexualidad.

La NASA no está dejando de lado que la gente necesita tener sexo —incluso si es desde el espacio. Éste todavía es un campo inexplorado porque, así como el organismo responde diferente en gravedad cero, la libido de los astronautas puede verse afectada también. En medio de una revolución para viajar a Marte y colonizar la Luna, ésta es la propuesta de la agencia espacial.

Sexualidad en gravedad cero

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Marte es un paraje inhóspito, polvoso y de temperaturas extremas. La Luna, por su parte, es una roca gigantesca que no alberga vida. Por el contrario, se sabe que sobre la superficie lunar pueden sentirse hasta -180ºC, según documenta la NASA. En condiciones así, se cuestiona la agencia, ¿cómo será posible que la gente tenga sexo en el espacio?

Incluso aquí, en la Tierra, a veces es difícil crear el ambiente necesario para encender a las personas sexualmente. Cuando el clima, la gravedad y la falta de oxígeno son una constante, la cuestión se vuelve verdaderamente un reto. La agencia está preocupada, especialmente, por la euforia que están generando los vuelos espaciales comerciales, propulsados por Jeff Bezos y otros multimillonarios.

Con la idea de que van de vacaciones al espacio, las personas que adquieran este tipo de experiencias no podrán disfrutar de una noche de intimidad, como lo harían en un resort de lujo. Si los astronautas no han logrado conciliar esta problemática —y, a veces, les resulta incómodo hablar del tema—, con más razón, los turistas espaciales podrán encontrar dificultades en este terreno.

Sin embargo, más allá de las ambiciones comerciales de Bezos y sus aliados, tener sexo en el espacio se ha convertido una cuestión evolutiva. Más que nada, por los proyectos serios de investigación en los que se pretenden colonizar el Planeta Rojo, o pasar largas temporadas sobre la superficie de la Luna.

Buscando alternativas

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Para indagar en el asunto, un equipo de científicos de la Universidad de Concordia en Montreal, en Canadá, se propuso abrir una nueva rama en el conocimiento cósmico. Tentativamente, la nombraron sexología espacial: la disciplina que estudia cómo tener relaciones sexuales e íntimas más allá de la atmósfera terrestre.

“Comprender el sexo y cómo funcionará en un entorno de baja gravedad es esencial para el éxito de las misiones en el espacio profundo y la construcción de asentamientos fuera del mundo”, explican los académicos de la institución.

Aunque la NASA tiene una larga trayectoria se secrecía en torno a la sexualidad en el espacio, las exigencias de nuestra época están obligando a la agencia a flexibilizarse. Más que nada, por que el sexo en el espacio forma parte de la salud mental y física de las personas que viajan fuera de la Tierra.

Al respecto, un vocero de la institución apuntó que estaban “principalmente preocupados por garantizar la salud y la seguridad de los miembros de la tripulación en el espacio durante largos períodos de tiempo”. Más allá de las medidas de seguridad básicas que se deben de tomar en la Tierra, todavía deben de analizarse las posibilidades de que si quiera las personas puedan tener una experiencia sexual en el espacio.

Más contexto: Así reacciona el cuerpo de los astronautas al estar fuera de la Tierra

Entre radiación cósmica y tabúes sociales

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Al estar en gravedad cero, todo cambia. “El flujo sanguíneo, fuerza muscular y esquelética, e incluso equilibrio hormonal” se ven alterados, según reporta la revista Mic al respecto. Si estas condiciones —diseñadas para funcionar en la Tierra— se modifican al salir del planeta, naturalmente la manera en la que practicamos el acto sexual también lo hace.

Como el cuerpo no está hecho para aguantar esas condiciones hostiles, no se sabe con certeza si es posible conseguir excitación sexual, o tener un ambiente lo suficientemente íntimo para concretar el acto. Por ello, parte de los esfuerzos del Human Research Program están enfocados en investigar cómo será posible tener sexo en el espacio en el futuro próximo.

“[El programa] está trabajando para mitigar los cinco peligros de los vuelos espaciales tripulados e investigando formas de ayudar a las tripulaciones a trabajar juntas y permanecer emocionalmente preparadas durante su viaje”, explicó la agencia.

Sin embargo, la agencia reconoce que en el ámbito sexual, todavía hay mucho trabajo que hacer. Entre la radiación cósmica, los impedimentos físicos y los tabúes sociales en torno a la intimidad, tener sexo en el espacio se está convirtiendo en un problema que debe de atenderse pronto. Así como todo cambia en el cuerpo al desprendernos de la superficie terrestre, las ataduras pasadas en torno al sexo también deben de dejarse atrás.

Con información de Muy Interesante