Redacción
A cincuenta años de declarar su soberanía, el principado Hutt River, micronación más antigua asentada en el territorio de Australia, llegó al fin de su existencia gracias al panorama impuesto por la pandemia del coronavirus.
Este principado fue fundado por el autoproclamado príncipe Leonard Casley en 1970, sin embargo, nunca fue reconocido legalmente por Australia ni por ningún otro país.
Hutt River estaba ubicado a 500 kilómetros al norte de Perth, ciudad de Australia occidental. Actuó como una nación independiente, ya que implementó la entrega de visas, licencias de conducir, pasaportes y hasta su propia moneda, el dólar de Hutt River.
En los últimos años, la nación se había convertido en un atractivo turístico, pero gracias al resultado de “tiempos difíciles” impuestos por la pandemia del Covid-19, tuvo que reincorporarse a la Mancomunidad de Australia.
La situación de Hutt River ya era mala antes de la pandemia. El príncipe Leonard dejó después de su muerte, en febrero del año pasado, una deuda millonaria en impuestos, por lo que su hijo y sucesor, el príncipe Graeme Casley, tuvo que vender tierras para pagarla.
El principado tenía una superficie de 75 kilómetros por hora y contaba con una población de 30 personas.
Todos los seguidores de esta micronación recibieron un correo electrónico donde se les informó que se había decidido “disolver el principado”.
“Su Alteza el Príncipe Graeme me informó que el Gobierno del Principado de Hutt River ha decidido disolver el Principado, que volverá a formar parte de la Mancomunidad de Australia. Aunque este período como nación independiente ha llegado a su fin, todos los que hemos servido al Principado durante los últimos 50 años recordamos esta historia con orgullo”, escribió Barton en el correo, citado por medios locales.
Hutt River no es la única micronación que se alzado en Australia. Actualmente el país tiene otras autoproclamadas naciones como el Imperio de Atlantium, el Principado de Snake Hill y la República de Murrawarri.
Con información de El Trece