La inteligencia humana tiene un nuevo enemigo

El Financiero

La contaminación del aire se ha asociado con diversas consecuencias, desde los males para el medio ambiente y la salud hasta el incremento de las muertes a nivel mundial, y ahora va por las mentes humanas.

Un estudio de investigadores de Estados Unidos y China, publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, reveló un nuevo y preocupante efecto secundario de esta contaminación, que avivará las llamas del debate internacional.

El aire contaminado, de acuerdo con esta investigación, está reduciendo las capacidades cognitivas de las personas.

El efecto es más perjudicial para las personas a medida que envejecen, “especialmente para los hombres con menor grado de educación”.

“El daño en el cerebro que envejece debido a la contaminación del aire probablemente impone costos económicos y de salud considerables, considerando que el funcionamiento cognitivo es crítico para las personas mayores tanto para hacer recados diarios como para tomar decisiones de alto riesgo”, advierte el estudio.

Los efectos se sienten principalmente en los desempeños cognitivos relacionados con tareas que requieren capacidades verbales y matemáticas.

Para explorar la conexión entre la contaminación del aire y la capacidad cognitiva, los investigadores recurrieron a China Family Panel Studies, una encuesta anual de ciudadanos chinos que incluye pruebas verbales y de matemáticas para el rendimiento cognitivo. Se centraron específicamente en encuestas realizadas en 2010 y 2014 de 162 condados chinos elegidos al azar. En total, su estudio apuntó a unas 20 mil personas.

A continuación, utilizaron los registros oficiales de contaminación del aire para calcular la exposición acumulativa del individuo al aire sucio en el tiempo entre las encuestas. A partir de esto, pudieron determinar cómo la contaminación del aire afecta la capacidad cognitiva de una persona.

Los resultados no fueron alentadores, especialmente para los hombres mayores. “El aire contaminado puede hacer que todos reduzcan su nivel de educación en un año, lo cual es enorme”, dijo el investigador Xi Chen a The Guardian. “Pero sabemos que el efecto es peor para los ancianos, especialmente los mayores de 64 años, y para los hombres, y para aquellos con baja educación. Si calculamos (la pérdida) para esos, pueden ser algunos años de educación”.

Este no es el único estudio que observa el vínculo entre el aire contaminado y el deterioro cognitivo, pero es el primero en observar a personas de todas las edades. También es el primero en notar las diferencias entre hombres y mujeres, lo que podría deberse a supuestas diferencias en los cerebros de hombres y mujeres (si son realmente diferentes es motivo de debate).

En contraste, el efecto opuesto también se ha observado. Entornos de oficina verdes se han encontrado para estimular la productividad y el aumento de la función cognitiva y se ha demostrado que los barrios verdes pueden retardar el deterioro cognitivo de la vejez.

También se ha informado que la proximidad a los espacios verdes aumenta la capacidad de atención de los niños e incluso mejora el sueño. Entonces, pese a los constantes avances tecnológicos, la dependencia de los humanos a la naturaleza es inherente a su composición y existencia.

Quizá sea hora de aceptar que el hecho de que al destruir el entorno natural, el humano no solo se niega las infinitas contribuciones positivas (del ambiente), sino que está generando resultados potencialmente catastróficos.