La Catrina es la Gioconda de México

Redacción

Ciudad de México.- Miguel Jairzhinio López Ramírez, nacido en Aguascalientes, en 1971, licenciado y maestro en filosofía, doctor en artes, es quizá quien en la actualidad posee el mayor conocimiento en torno a la obra de José Guadalupe Posada: Las Garbanceras.

Autor de una espléndida tesis doctoral sobre el grabador, de la cual dice sentirse muy satisfecho, descubrió al cabo de años de investigación que casi todo lo que se ha dicho de Posada es un mito.

En 2011, fue invitado por el entonces director del Museo José Guadalupe Posada, el arquitecto Guillermo Saucedo, a participar en el centenario luctuoso del maestro y a escribir un texto para acompañar la publicación del grabado La Garbancera.

López Ramírez entonces se acababa de titular de la maestría y decidió hacer una especie de minidocumental, para lo cual convocó a algunos de sus amigos a fin de intentar reconstruir la ruta de Posada. Ser originario de Aguascalientes y haber estudiado en la Universidad de Guanajuato, le facilitaron la tarea.

Para realizar ese trabajo invitó entonces al maestro Felipe San José, notable lingüísta y activo colaborador de Jorge Saldaña en el recordado programa Sopa de letras, que falleció en 2020, a los 85 años y ocupaba una cátedra en la Real Academia de la Lengua Española. “Él expuso con sapiencia que las garbanceras son mujeres que venden garbanzos y eran muy ordinarias, según lo consignaba el diccionario de la Real Academia de la Lengua de la época.

López Ramírez afirma que, entre otros hallazgos, descubrió que “al ver la luz el 2 de febrero de 1852, Posada no nace en el estado de Aguascalientes –el cual se independiza hasta 1868–, sino en la ciudad de Aguascalientes, no en el estado como tal–, y ni siquiera en Zacatecas.