La acogida priísta

El Mañanero Diario

Ciudad de México.- El presidente Peña Nieto anunció el lunes la salida de José Antonio Meade de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, en Los Pinos, el Mandatario informó que aceptó su renuncia, además de hacer un reconocimiento personal e institucional al desempeño de Meade en las tres Secretarías que encabezó: Relaciones Exteriores, Desarrollo Social y Hacienda, así como también destacó su sólida formación académica, amplio conocimiento del país y su “profundo amor” a México, le agradeció su dedicación y le deseó suerte en el nuevo proyecto que había decidido emprender, sin necesidad de mencionar cuál era, el cuadro hablaba por sí solo.

Después de este acto protocolario, José Antonio Meade anunció, ante su equipo de trabajo:

“Me despido de esta Secretaría con el orgullo de pertenecer a este equipo. Solicitaré mi registro como precandidato a la Presidencia de la República por el Partido Revolucionario Institucional”.

Aseguró contar con la experiencia y está convencido de que México cuenta con las condiciones necesarias para ser una potencia y también para salvaguardar la integridad de las familias con seguridad, salud y educación:

“Con esta experiencia tengo la convicción de que el país cuenta con el talento y las condiciones para que México sea una potencia; un país en donde las familias siempre tengan comida en la mesa; seguridad en las calles, salud y educación de calidad; un país justo donde se cumpla la ley; un país en el que los sueños y anhelos de cada mexicano encuentren las oportunidades para hacerse realidad”.

Sin darse cuenta o sabiéndolo de antemano, los ejes que planteó, son casi los mismos planteados por Peña Nieto, es decir que trabajaría para cumplir lo que este no pudo durante su administración.

Aseguró que su único anhelo es servir a México:

“Lo hago tras 20 años de servir a mi país de manera ininterrumpida, con integridad y honradez. Lo hago con profunda convicción y emoción. Mi único anhelo es servir a mi país y mi gran privilegio ha sido trabajar por México”, afirmó Meade, acaso es esta la razón por la cual ha tomado la decisión de buscar la candidatura a la presidencia para las elecciones de 2018, ¿por y con el PRI, es neta?, existen ocasiones para las ambigüedades y para los antagonismos, pero el destino de México no es el caso.

Después de ese momento, Meade inició algo así como el recorrido de las 7 casas, aunque aquí solo fueron cuatro, por las sedes de los sectores, obrero (CTM), campesino (CNC) y popular (CNOP) del PRI, para terminar en la sede nacional de Insurgentes Norte.

La Confederación de Trabajadores de México y el Congreso del Trabajo que constituyen el Sector Obrero del PRI fueron los primeros en otorgar su respaldo al ex secretario de Hacienda, le bastaron menos de 20 minutos para “adoptar” a Meade como si fuera un militante de carrera y bautizarlo como su candidato a la Presidencia de la República.

Aunque a los obreros de la Confederación de Trabajadores de México no les salieron las porras, la cúpula del sector ungió al ex Secretario de Hacienda, al que obligó a quitarse la corbata color fucsia que llevaba, para colocarse una corbata color rojo, el color distintivo del PRI, el sello de la casa, ¿planeado o vergonzoso?

Como aspirante presidencial, al ex funcionario no le quedó de otra que dentro de la liturgia priista del siglo pasado, acogerse y rogar por la bendición y adopción de la organización que reúne a lo más cuestionado del sindicalismo mexicano, con innumerables escándalos de enriquecimiento y corrupción en su historia:

“Esta nueva aventura, que quiero caminar con ustedes, no podría empezar en un lugar distinto al de la CTM”.

“Aspiro a registrarme el día de hoy y quería empezar este camino pidiéndole humildemente a la CTM que me haga suyo”.

Aquí tendrá que existir forzosamente una clara definición, Meade pide que lo adopten como priista, mientras que el círculo rojo lo eligió porque no lo es y lo podrán manejar como a Titino, el primer día y a alguien se le olvidó el guión. 

A nombre de la organización y del Congreso del Trabajo, el dirigente Carlos Aceves, previa instrucción del Presidente, bautizó al ungido como “el candidato de la esperanza”, claro, la esperanza de que no los enjuicien a todos y los metan a la cárcel.

Aunque no es requisito estatutario ni de convocatoria, porque Meade no es militante priista, Aceves le entregó un documento firmado en el que expresa el apoyo del sector obrero a su postulación.

La segunda parada del eventual candidato del PRI fue en la Confederación Nacional Campesina donde le manifestaron que caminarán juntos “para sembrar la semilla del progreso”.

“Es el momento que se llenen de trigo los graneros”, expresó Meade en un tono casi priista.

Más tarde, entre las porras, Meade recibió el respaldo del sector popular del PRI para registrarse como aspirante a la candidatura de ese partido a la Presidencia.

Finalmente, José Antonio Meade entregó a la Comisión Política Permanente del PRI una carta donde manifiesta su intención de participar en el proceso interno de selección del candidato presidencial por esta fuerza política, el líder nacional del PRI, Enrique Ochoa, recibió la documentación y el manifiesto de intención.

En el acto, el ex secretario de Hacienda agradeció el respaldo a los dirigentes de los tres sectores y de las cuatro organizaciones políticas, con quienes se comprometió a no defraudarlos, afirmando que el PRI “es la mejor alternativa” y “ganarán las elecciones de 2018”.

Cabe aclarar que según varias fuentes, en diversas reuniones, los dirigentes nacionales del PRI instruyeron a los líderes de sectores y organizaciones sobre la necesidad de acatar la decisión de Peña Nieto y evitar así, fracturas tras el anuncio:

“Nos pidieron la unidad en torno a la decisión del partido y se entiende que es la del Presidente. Se nos informó que se dieron ya los pasos necesarios para alcanzar los acuerdos internos y, sobre todo, tener un candidato competitivo”, relató uno de los consejeros nacionales presente.

Como es su costumbre, se busca que en este proceso solo se registre un aspirante, “candidato de unidad” y evitar con ello una contienda interna que pueda generar fricciones y los debilite antes de empezar, aunque esto los deje sin pautas del INE para spots en radio y televisión durante la precampaña.

Para lo cual desde la convocatoria ya venía preparado un candado para algún aspirante que fuera militante y no quisiera disciplinarse, me explico:

En el caso de los simpatizantes sin militancia priista, la firma de los sectores y organizaciones no es obligatoria como requisito para registrarse en la contienda interna, sin embargo, integrantes de la Comisión Nacional de Procesos Internos refirieron que pueden buscar las firmas de manera voluntaria y presentarlas junto con su documentación ante la Comisión Política Permanente, instancia encargada de dar luz verde a la participación de un externo.

De acuerdo con la convocatoria, en el caso de los priistas la firma de los sectores sí es un requisito indispensable y, de no conseguirlo, quedan obligados a presentar unas 650 mil firmas de militantes, equivalentes al 10 por ciento del padrón tricolor.

Al presentarse Meade con los distintos sectores y recibir su firma avalando su candidatura, estos ya no pueden apoyar a un candidato adicional, cerrando el candado de manera automática.

De toda la cargada priista, sobresale una en particular que definitivamente es sin desperdicio…

El ex presidente Carlos Salinas de Gortari dio su total respaldo a José Antonio Meade como precandidato del PRI a la Presidencia de la República, aseguró que el ex secretario de Hacienda “hará una gran labor por nuestro país, gracias a su gran talento”.

“El PRI tiene un formidable candidato en José Antonio Meade y estoy seguro que con su calidad humana, su honestidad, su enorme talento y su amor a México podrá hacer una labor formidable”.