Francisco Espinosa
Aguascalientes, Ags.- Carlos Alvarado Quezada, vocero de la Diócesis, precisó que el hecho de que la sociedad haga justicia por su propia mano genera hermandad y comunidad, “además de la solidaridad necesaria para cuidar por el bien común de otras personas; es una respuesta a la necesidad de seguridad que se tiene en la entidad”.
Sin embargo, pidió no llegar al extremo de acabar con la vida de quien asalta, “porque la violencia siempre engendra violencia”. Valoró que la gente esté actuando más allá de la preocupación, aunque aceptó que es triste que muchas colonias se estén quedando amuralladas, gracias a los índices de violencia.
“Sabemos de muchas comunidades que han optado por generar ciertas alertas en común para activarlas en dado caso de alguna situación de inseguridad. Ahí es cuando salen todos y agarran al delincuente”, dijo, aseverando que se trata de apoyar al prójimo. “Si no hacemos nada, se estaría cayendo en el pecado de la indiferencia”, concluyó.