Interponen denuncia por bullying al interior de Colegio Lincoln en Aguascalientes

Claudio Bañuelos


Aguascalientes, Ags.- El bulliying dentro de una escuela privada provocó que un menor de 13 años padeciera fuertes problemas de salud como convulsiones y desmayos. 

La madre del joven, Ericka Amalia Cazarez, relató que comenzó a notar cambios físicos en su hijo, que cursaba el primer grado de secundaria en el Colegio Lincoln, ya que presentaba movimientos extraños en sus ojos, brazos, cabeza y piernas, por lo que decidió llevarlo con un médico. 

“Él tenía los ojos cerrados, vi que sus ojos tenían muchos movimientos extraños para mí, como si tuviera un movimiento súper rápido de izquierda a derecha, lo observé y miré a mi marido, dijo ‘así viene’, no sabemos qué le pasa”, detalló

A su vez agregó que al estar en el consultorio el galeno comenzó una revisión general y al no notar las causas de su malestar, recomendó a los padres hacer estudios de sangre y otros análisis para descartar padecimientos.

Poco tiempo después, el menor comenzó a presentar convulsiones y sonidos extraños. 

Fue entonces que Ericka y su esposo llevaron a su hijo a la Clínica Guadalupe, donde permaneció en observación mientras le administraban medicamentos fuertes para calmar las reacciones de su cuerpo. 

La madre de familia recordó que un día durante su estancia en la clínica, encontró a su hijo llorando en compañía de su papá, ya que le estaba confesando los problemas que estaba viviendo dentro de su escuela. Posteriormente, se lo contó a ella. 

“Él me contaba que lo tacleaban; me decía ‘un niño de secundaria estuvo en la clase de educación física y me pegó, yo le dije que estaba más grande y que no se valía, una vez un niño me rasgó con una pluma y me sacó sangre’ y me decía que no importaba, que no pasaba nada”.

Otro problema era que los menores tenían un “Jueves del Racismo”, en donde se organizaban para molestar a los chicos con un tono de piel más oscuro que los otros. 

“Aquí hay jueves de racismo, él dice que le ponen así, hacen su bolita, hacen un jueves del racismo, que a los niños morenitos los golpean; obviamente le ponen apodos, le pegaban cosas en la cabeza, también le hacían eso”.

Ericka tuvo que dejar de trabajar para vigilar la salud de su hijo, ya que incluso estando en su casa presentaba problemas para caminar. En ocasiones, ella se quedaba en el domicilio para seguir con los quehaceres mientras su esposo salía a caminar junto con el menor para tratar de despejarlo. 

La madre también se presentó ante las autoridades del colegio para expresar su molestia por la falta de actuación del personal docente en esta situación, especialmente porque su hijo le había contado que no era la única víctima y que los maestros lo sabían. 

“Hay uno de los niños, ese niño me dice mi hijo que ustedes saben en dirección que molesta, entonces porqué no van, no dudo que hablen con él pero hablen con sus papás, sean más enérgicos en ese aspecto, diles realmente lo que está haciendo”. 

“No se vale que por ser noble, ser un buen compañero, ser empático y tener buenos sentimientos, no se vale qué otros vengan y abusen de eso”, señaló. 

Después de esa plática, la directora del plantel se comprometió a revisar el comportamiento de los estudiantes. También se mantuvo al tanto de la salud del adolescente. 

Ericka narró que por ahora su hijo está recibiendo ayuda profesional a distancia y gracias a ello ha presentado mejoras en su salud física y emocional. Además, comentó que próximamente viajarán al norte del país para ver a sus especialistas de confianza. 

Igualmente reveló que acudió a interponer una querella ante la Fiscalía General del estado para que actué en consecuencia.

“Pido que se haga justicia hacia donde se tenga que hacer justicia, que esto no quede aquí, que se vaya más allá de, yo di nombres, claro que di nombres pero esos me los voy a reservar aquí”, concluyó.