Redacción
Washington.- Estados Unidos, el anfitrión, busca completar su presencia en la Confederaciones con el título
La máxima competencia de selecciones organizada por la Concacaf llega a Estados Unidos y Canadá, en su decimatercera edición. De los tres grupos que conforman la serie inicial, el cuadro de las barras y las estrellas, campeón defensor y con medio boleto para la Copa Confederaciones de Rusia 2017, se apunta como favorito sobre Panamá (subcampeón en 2005 y 2013), Haití y Honduras (segundo lugar en 1991), sus rivales en el sector A.
Si bien los dirigidos por el alemán Jürgen Klinsmann pasaron por algunos aprietos en un principio, pronto pudieron cambiar la inercia de resultados negativos y definieron su propio estilo de juego.
La intensidad, el manejo y recuperación rápida del balón, además de la disciplina en jugadas de táctica fija, forman parte de los nuevos valores que Klinsmann, junto a su grupo de trabajo, han transmitido desde el vestidor.
De ahí que la confianza en el conjunto estadunidense, que busca su sexto título de la Copa Oro, sea el primer argumento para empezar la búsqueda del bicampeonato y la consecución del boleto restante hacia la Copa Confederaciones, en la que calificará directo si levanta el trofeo.
En contraparte, Panamá, Haití y Honduras, que con los años han dado un salto de calidad y proponen mayor resistencia con seleccionados venidos del futbol de Europa, afrontan las posibilidades de alguna sorpresa.
Dados los últimos resultados colectivos, los panameños, cuyos líderes son jugadores de más de 30 años como Blas Pérez (34), Luis Tejada (33), Jaime Penedo (33) y Roberto Nurse (31), aparecen como uno de los invitados fuertes, pese a vivir el final de una generación.
En el mismo renglón siguen los catrachos, que, con la dirección técnica del colombiano Jorge Luis Pinto y el talento de hombres como Andy Najar, Boniek García, Maynor Figueroa y Brayan Beckeles, pelean por alcanzar un boleto a la siguiente ronda del torneo.
De Haití llama la atención un futbolista en particular: Jean-Eudes Maurice, quien ya fue campeón de la Copa de Francia y la Supercopa con el Paris Saint-Germain, compartiendo el ataque con el suizo Zlatan Ibrahimovic y el argentino Ezequiel Lavezzi.
El balón empieza a rodar a partir de hoy e irá recorriendo cada una de las 13 ciudades sedes de la competencia. Para este Grupo A se tienen programadas las visitas a Dallas, Boston y Kansas City, donde empezarán a definirse los equipos más sólidos que pelearán el título.
De entrada, el anfitrión parece ir un paso adelante que el resto por el peso de su historia ganadora.