Hace 20 años Aguascalientes fue la “capital mundial de la intolerancia”

Gilberto Valadez

Aguascalientes, Ags.- La tarde del 28 de agosto del 2000, la ciudad de Aguascalientes fue catalogada como la capital mundial de la intolerancia.

Todo, luego que estalló el escándalo por el letrero en un balneario público que comparaba a personas homosexuales con perros, prohibiendo el acceso en ambos casos; elevándose cuando la situación sería validada por la insensibilidad de funcionarios públicos de extracción del PAN.

En medio de la transición democrática que se vivía a nivel nacional, con un PRI que por primera vez aceptaba su derrota en una elección por la Presidencia de la República, la controversia evidenció a un sector de la sociedad que, a la fecha, parece no haber entendido, pues las discriminaciones siguen ocurriendo.

“Perros y homosexuales”

El escándalo había iniciado unos días antes desde la alcaldía panista de Aguascalientes. Luego que el balneario público Ojocaliente, ubicado al oriente de la ciudad, mantenía colocado un letrero contundente en el cual se prohibía el acceso “a perros y homosexuales”. Aunque en realidad, el letrero ya estaba exhibido desde al menos una década, las nuevas autoridades municipales fueron las que echarían gasolina al fuego.

El jueves 24 de agosto, en entrevista con el diario La Jornada, Jorge Álvarez Medina, director de Reglamentos de la administración blanquiazul, validó la disposición y hasta declaraba que mientras estuviese en el puesto “no permitiré el acceso a los homosexuales”.

Esa noche, el noticiario estelar de Televisa difundió como nota principal un reporte de su corresponsal Eleazar Bañuelos, que evidenciaba al balneario Ojocaliente de la ciudad.  La mecha estaba encendida.

El entonces alcalde de Aguascalientes, el panista Luis Armando Reynoso Femat, no fue informado con oportunidad por su oficina de prensa y a la primera oportunidad, tuvo que lidiar con los representantes de los medios. Para colmo, la oficina de comunicación de la alcaldía le puso trabas a corresponsales nacionales para cumplir con su labor.

Jorge Álvarez volvería a quedar exhibido cuando abiertamente mostró su rechazo a que personas de la comunidad gay ejercieran cargos públicos

Todavía con el escándalo en la mira, el noticiario de Televisa retomó la información en la noche del viernes 25. El conductor Joaquín López-Dóriga le daría continuidad a la nota, lo que irritó a Reynoso Femat, quien, a decir de algunas crónicas, se encontraba en el Club Campestre de la ciudad y telefoneó al programa para pedir derecho de réplica.  Aunque López-Dóriga le concedió unos minutos al alcalde de Aguascalientes, en un momento dado Reynoso perdería la paciencia y denunció sin pruebas que la nota tenía un tinte partidista.

Para entonces, el escándalo ya era de alcance nacional.

El epicentro 

Durante el sábado 26, comenzaron a llegar colectivos y agrupaciones de la diversidad sexual a Aguascalientes, con el fin de plantear una protesta masiva. Al día siguiente, la fachada del palacio municipal comenzó a ser tapizada con cartulinas en contra de las disposiciones del Ayuntamiento.

De esta manera, el lunes 28 de agosto se llevó a cabo una manifestación por las principales calles del centro de la ciudad. Una nota de La Jornada calculó la asistencia de medio centenar de personas de la comunidad homosexual, no sólo de Aguascalientes, sino también de Guanajuato y Querétaro, quienes terminaron la marcha a las afueras de la alcaldía y de paso exigieron la renuncia de Jorge Álvarez.

En un momento dado, César Velázquez Ortiz, líder del movimiento Orgullo Lésbico Gay, calificó a Aguascalientes como “la capital mundial de la intolerancia”.

Al final, una representación de la comunidad fue recibida por Jorge Martínez Estebanez, a la sazón secretario del Ayuntamiento panista, quien hizo el compromiso de atender las demandas de trato igualitario.

Sin embargo, el caos siguió en el Ayuntamiento. El cuestionado director de Reglamentos fue entrevistado por una estación de radio local y dijo no ser homofóbico, pero sí acusó a Televisa de haber manipulado una entrevista que le hicieron. Mientras que el propio Luis Armando Reynoso intentó mostrar el lado amable del municipio, con una serie de entrevistas en medios de comunicación con alcance nacional.

Al final, la principal demanda de la comunidad gay no se concretó y para el miércoles 30, Reynoso Femat ratificó en el cargo a Jorge Álvarez.

El legado

Esta controversia volvería a exhibir el conservadurismo en una ciudad como Aguascalientes, que apenas un par de años antes había prohibido una muestra fotográfica con desnudos, que también le generó cuestionamientos a la alcaldía panista. 

Hubo voces que se sumaron a las decisiones del Ayuntamiento, como la del entonces obispo Ramón Godínez Flores, quien calificó a la homosexualidad como un pecado. En contraparte, el gobernador Felipe González y el presidente del Supremo Tribunal, Cleto Humberto Reyes, hicieron un llamado a respetar a todas las personas.

Aunque Álvarez se quedó en el municipio, al tiempo mostraría mayor flexibilidad en cuanto a sus posiciones, el dichoso letrero fue retirado del balneario y, pese al escándanlo, el PAN todavía logró mantener el control de la alcaldía por siete años más.

En cuanto a la comunidad homosexual, si bien en público ya no se les compara con animales, sí han persistido los ataques con tintes homofóbicos en Aguascalientes. La más reciente denuncia se generó a inicios de julio pasado, cuando la Asociación de Abogadas Profesionistas para Defensa de las Mujeres dio a conocer la existencia de hasta ocho carpetas de investigación en contra de supuestos abusos cometidos por elementos de la Secretaría de Seguridad del Municipio hacia mujeres trans dedicadas a ofrecer servicios sexuales. 

Incluso en julio de 2018 se generó un crimen de odio contra una mujer trans en el municipio conurbano de Jesús María.

Por cierto, que, para dar paso a un centro comercial, el tradicional balneario Ojocaliente cerraría en 2015, pero lamentablemente los casos de homofobia no han terminado en Aguascalientes.

*Abajo Jorge Alvarez y Luis Armando Reynoso Femat.