Aun así, la sociedad se ha acostumbrado a integrar la tecnología en sus vidas, olvidando los terrores psicológicos que un puñado de películas hollywoodenses ha metido en la mente de las personas; también –mientras utilizas tu smartphone y das like a todo lo que te apasiona– los robots malos, invasores y asesinos que pretendían instaurar un nuevo orden mundial en la pantalla grande quedan olvidados.Con esto en mente, es sencillo recordar el mundo que Isaac Asimov recorrió en su cuento “Sueños de robot”, donde se plasmaba un escenario esperanzador y sensible ante el fin de la humanidad como la conocemos para dar paso a una especie más preparada y capaz: aquélla que convive entre cyborgs e inteligencia artificial… ¿Será que ya estamos preparados para olvidar el miedo a la tecnología y por fin dar el salto evolutivo? Los siguientes hechos nos confirman una y otra vez que el futuro –nos guste o no– apunta hacia la virtualidad y el progreso de la humanidad.
Miramos el celular 150 veces al día
Imagina el siguiente escenario: estás aburrido, tal vez solo, en una cena o acompañado de tus fieles amigos; de repente alguien carcajea, tu ríes y cuando menos te das cuenta escuchas el susurro y el vibrar de tu smartphone. Ahí, te das cuenta que debes revisarlo, das clic y contestas, tecleas y revisas tus redes sociales o incluso llegas a tomarte una foto. Conclusión: hoy no podemos vivir sin nuestro celular y según Marshall McLuhan, éste se ha convertido en una extensión de nuestro cuerpo.
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El amor sucede en un mundo virtual
Desde las aplicaciones más comunes hasta los primeros chats de convivencia, todo es un universo nuevo donde surge amor, romance y mucho cariño. En esa esfera virtual operada por códigos binarios y redes inalámbricas puede que conozcas a alguien especial, no es una idea nueva y de hecho directores de cine como Spike Jonze han vislumbrado el futuro de las relaciones interpersonales basadas en la conexión humano-máquina; en la película “Her” un hombre se enamora de un sistema operativo. ¿Realidad o ficción? sólo el tiempo lo dirá.
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Nos podemos mover aunque no tengamos cómo
Tal vez la tecnología hace que la vida sea más fácil desde una aplicación, pero si trasladamos la esencia de ese confort a inventos que realmente cambien el sentido evolutivo del ser humano, tendríamos que apuntar hacia emprendedores como el mexicano Ernesto Rodríguez, fundador de WeaRobot, un proyecto que puede devolverle la movilidad a miles de personas, que por edad o lesión, ya no son capaces de hacer que su mano o brazo responda ante las órdenes de su cerebro.
De hecho, Ernesto es finalista mexicano de The Venture (#TheVentureMx) , una plataforma internacional de Chivas Regal que busca a startupscon impacto social, como WeaRobot, para que logren conseguir una parte de un fondo de $1 millón de dólares y así, personas como él puedan maximizar sus grandes e innovadores proyectos. Él se enfrentará a otros 29 emprendedores alrededor del mundo y tú puedes apoyarlo a que consiga una primera parte del millón, dándole tu voto cada semana a partir del próximo 8 de mayo hasta el 11 de junio.
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Nos educamos sin sentarnos en un pupitre
El conocimiento se ha convertido en un vaivén de ideas y conceptos que convergen en Internet, ya que cada día se agregan más comunidades tecnológicas que comparten información útil para el crecimiento personal. Las universidades recurren a cursos en línea y cualquier persona que viva a kilómetros de distancia puede adquirir la cátedra de instituciones tan reconocidas como Harvard.
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Compramos lo que queremos cuando queremos
Basta con utilizar el dedo índice sobre una pantalla de celular para obtener lo que quieres comprar y programar que llegue hasta tu casa el día que tú quieras. Ahí, en ese universo evolutivo, no necesitas ir hasta una tienda de ropa para tener tu prenda favorita en el catálogo ni tampoco debes gastar tiempo y esfuerzo en ir a un restaurante porque tienes la oportunidad de pedir comida y disfrutar de un banquete. ¿Más? los servicios de streaming propician que ahorres dinero y el cine extrañe la gula de palomitas o basura que se derrama en una función. Todo a la mano de un clic.
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Es ahí cuando la tecnología ya no se mete en nuestras vidas a nivel cognitivo, sino que comienza a abarcar la calidad de vida de una persona. Por eso, cada vez hay más señales de que la tecnología nos envuelve y nos hace más fuertes, inteligentes y mejores. Somos nosotros mismos quienes encabezamos este proceso. Recuerda que cada voto en línea que reciba Wearobot le estará asignando una parte del fondo de inversión de The Venture. Nunca es mal momento para apoyar la genialidad y el emprendimiento que logra impactar a toda la sociedad.