Expresidente de Nissan aparece en Líbano tras huir de Japón

Redacción

Beirut.- Golpe de efecto de Carlos Ghosn. El expresidente ejecutivo de Renault y Nissan, que se hallaba bajo arresto domiciliario en Tokio a la espera de ser juzgado, confirmó este martes que está en Líbano, donde espera hablar a la prensa en los próximos días.

Las circunstancias de su salida de Japón, donde la justicia le acusa de malversación financiera, siguen siendo oscuras.

Una fuente de su entorno dijo que Ghosn está en Beirut “con su esposa”, “libre” y “muy feliz”.

También indicó que sus abogados no estaban al tanto de su huida de Japón, y desmintió una información de una TV libanesa que habría escapado escondido en una caja de instrumentos de música.

Dos vehículos de las fuerzas de seguridad libanesas estaban este martes cerca de la casa del barrio Ashrafiyé, en la que suele residir cuando visita Líbano y donde hay fuerte presencia de prensa nacional e internacional.

El ministerio de Relaciones Exteriores francés indicó por su parte, en un comunicado, que el gobierno “se enteró por la prensa” de la llegada de Ghosn a Líbano, y que las autoridades francesas “no fueron informadas de su salida ni tenían conocimiento alguno de las circunstancias” de la misma.

El abogado principal de Ghosn dijo estar “estupefacto” por la noticia y aseguró que no había tenido contacto con el interesado y que se enteró “por la televisión” que su cliente había salido de Japón.

Se trata de un giro inesperado del caso del magnate del automóvil caído en desgracia, que debía ser juzgado en Japón a partir de abril de 2020.

Una fuente de seguridad libanesa informó que Ghosn llegó el lunes al aeropuerto de Beirut .

Nada en su comportamiento en los últimos días presagiaba que abandonaría Japón, dijeron algunas personas que lo frecuentaron hasta la semana pasada.

Desde su arresto, el 19 de noviembre de 2018 en Tokio, sus abogados y su familia denunciaron las condiciones de detención, el trato que le dispensan y la forma en la que la justicia japonesa lleva a cabo el procesamiento.

Fue liberado bajo fianza en abril, pero con estrictas condiciones: tenía prohibido ver o contactar a su esposa Carole.

Según su equipo de comunicación, Ghosn pedía “el levantamiento total” de las diversas prohibiciones impuestas, considerándolas “excesivas, crueles e inhumanas”.

Quien fuera aclamado como “el salvador de Nissan” después de su llegada al grupo japonés en 1999 ha pasado un total de 130 días en la cárcel desde noviembre de 2018.

Ghosn, otrora el presidente ejecutivo mejor pagado de Japón, se enfrenta a cuatro cargos en este país: dos por ingresos diferidos no declarados a las autoridades bursátiles por Nissan (que también está siendo procesado por ello) y otros tantos por abuso de confianza agravado.

Como consecuencia de este caso judicial Ghosn fue cesado como presidente de Nissan y Mitsubishi Motors (tercer miembro de la alianza) en los días posteriores a su arresto hace 13 meses. Luego dimitió de la presidencia de Renault, antes incluso de que se llevaran a cabo otras investigaciones contra él en Francia.

Su arresto domiciliario en Tokio le permitía viajar dentro de Japón, pero el tiempo que se ausentaba del domicilio estaba regulado.

Con información de Excélsior