Redacción
Washington, D.C.- El expresidente Donald Trump rehusó este miércoles confirmar si ha decidido ordenar un ataque militar directo contra Irán, mientras crecen las tensiones en Medio Oriente y se intensifican las advertencias por parte de Teherán y Moscú.
“Puede que lo haga, puede que no lo haga. Quiero decir, nadie sabe lo que voy a hacer”, respondió Trump durante un intercambio con periodistas en la Casa Blanca. Pese a la ambigüedad, advirtió que “la próxima semana va a ser muy importante, tal vez menos de una semana”, y recalcó que “Irán tiene muchos problemas”.
Trump afirmó que aún “no es demasiado tarde” para que Irán abandone su programa nuclear, mientras analiza una posible participación directa de Estados Unidos en las operaciones militares de Israel contra Teherán. Las declaraciones se produjeron un día después de que acortó su presencia en una cumbre internacional para regresar a Washington y mantener reuniones urgentes con su equipo de seguridad nacional.
La respuesta de Irán no se hizo esperar. El líder supremo Ali Jamenei advirtió que cualquier ataque estadounidense resultará en “un daño irreparable” para Estados Unidos, y rechazó categóricamente el llamado de Trump a rendirse incondicionalmente. “No se trata de inclinarse, se trata de resistir”, sostuvo Jamenei.
Trump, por su parte, ofreció una respuesta seca al desafío: “Le deseo buena suerte”. Incluso fue más allá al declarar que sabe dónde se encuentra el líder iraní, pero que no planea matarlo “por ahora”. “Es un objetivo fácil… No vamos a eliminarlo, al menos no por ahora”, declaró.
La Casa Blanca también afirmó que funcionarios iraníes han intentado comunicarse para negociar, aunque Teherán desmintió la versión. “Ningún funcionario iraní ha pedido jamás arrodillarse a las puertas de la Casa Blanca”, respondió su misión ante la ONU, acusando a Trump de lanzar amenazas cobardes.
Mientras tanto, el Kremlin se pronunció a través del vicecanciller Sergei Ryabkov, quien advirtió a Washington que una intervención militar directa en apoyo a Israel sería un paso “desestabilizador”. Trump reveló que el presidente ruso Vladímir Putin se ofreció como mediador, pero lo rechazó: “Le dije: ‘Vladimir, resuelve el problema de Rusia primero. Puedes preocuparte por esto más tarde’”.
En medio de crecientes advertencias, aliados de Trump como Steve Bannon, Charlie Kirk y Tucker Carlson han pedido cautela, temiendo que la implicación directa de EE.UU. pueda fracturar la base electoral republicana. “Esto no es un juego. El pueblo estadounidense tiene que estar a bordo”, advirtió Bannon.
Pese a ello, Trump se mostró confiado. “Mis seguidores están más enamorados de mí hoy… que incluso en el momento de las elecciones cuando tuvimos una victoria total”, declaró.