Estudio sugiere que el T. Rex estaba compuesto por tres especies diferentes

Redacción

Un nuevo estudio publicado en Evolutionary Biology pretende cambiar en definitiva lo que se conoce del Tyrannosaurus Rex, el dinosaurio más popular del mundo, mientras sacude las bases de la paleontología.

A partir del análisis de 37 esqueletos de tiranosaurios, un equipo dirigido por el paleontólogo independiente Gregory Paul sostiene que los fósiles que hasta ahora se han asignado al T. Rex, el temible depredador que ha inspirado películas, juguetes y toda clase de merchandising, no pertenecen a una, sino a tres especies distintas de terópodos relacionadas entre sí.

Desde el descubrimiento del primer T. Rex a finales del siglo XIX, los paleontólogos consideraban normales las diferencias en el tamaño del fémur de distintos ejemplares. Mientras algunos presentaban un fémur robusto, otros poseían un hueso más alargado.

Además de las diferencias del fémur, el estudio sugiere que la paleontología había pasado por alto un detalle clave en los incisivos inferiores, unas de las piezas dentales más visibles del rey de los lagartos. Aunque algunos cráneos de T. Rex presentan incisivos (dientes sin una punta, pero con bordes afilados), otros individuos tienen dientes en forma de cúspide, diseñados para rasgar casi cualquier tejido.

En un análisis posterior que permitió comparar las variaciones óseas entre otras especies de dinosaurios carnívoros como el Allosaurus, el equipo descubrió que en ningún caso los márgenes eran tan amplios como en el T. Rex.

Estas dos diferencias fueron suficientes para que Paul y compañía sugirieran que el poderoso T. Rex en realidad se trataba de tres especies distintas, añadiendo el Tyrannosaurus regina y Tyrannosaurus imperator a la familia.

En caso de confirmarse, las conclusiones del estudio podrían dar pie a una reclasificación de todos los fósiles de T. Rex hallados hasta la fecha; sin embargo, algunos paleontólogos como Thomas Carr, experto en tiranosaurios del Carthage College en Wisconsin entrevistado por National Geographic, han mostrado escepticismo al respecto.

Con información de National Geographic