Estos son los delincuentes que inspiran al narcocantante Gerardo Ortíz

La Silla Rota

CDMX.- La detención del cantante Gerardo Ortiz por hacer ‘apología’ del feminicidio por las imágenes mostradas en su video musical en el que ‘quema viva a su novia infiel’, ha sido aprovechada por el Gobierno de Jalisco, para poner en jaque a la ‘narcocultura’ en la música mexicana.
En México es común escuchar narcocorridos, en las calles, sin embargo, la aparente tolerancia hacia la violencia de la sociedad mexicana tiene límites. Y uno de ellos es el feminicidio. Es bien conocido que las letras de estas canciones enaltezcan al machismo, al dominio del hombre sobre la mujer, en todos los sentidos, pero esta exaltación de lo violento, tan presente en la narcocultura que difunden los corridos, se ha topado con uno de los puntos más sensibles de la opinión pública.

Estas canciones no están pasando por un buen momento en México. Su presencia en las ferias y fiestas locales se hace con la condición de no incluir algunas canciones. Casi todas las bandas se han tenido que especializar en mostrar dos facetas contrapuestas: la de los capos del crimen y la más romántica y dulzona.

“Algunos artistas como Roberto Tapia han enfocado sus temas con un punto más comercial, porque el corrido se ha hecho una cuestión poco rentable”, explica Francisco Montoya, encargado hasta que estalló el escándalo de la promoción de Ortiz y representante de otras bandas de narcocorridos.

“Otros, sin embargo, sacan sus narcocorridos por las redes sociales y componen en los dos géneros”, añade el promotor.

Así en la radio y televisión se repite Millones de besos, de Gerardo Ortiz, mientras que su canción más popular es la dedicada al Mini Lic Dámaso —el hijo del Licenciado, uno de los hombres de confianza del narcotraficante, Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán—, señala Montoya, para el diario español El País.

La detención de Gerardo Ortiz, el pasado domingo por hacer ‘apología del feminicidio’ ha sentado un precedente para perseguir este delito, pero según los promotores de esta música, eso no quiere decir que vaya a desaparecer.

Y aunque Ortiz logró esquivar las rejas de la prisión con una multa de 50, 000 pesos (2.700 dólares), que se persiga por primera vez con cárcel esta falta ha supuesto una advertencia para sus compañeros.

El Gobierno ha puesto en jaque a la narcocultura, pero ésta utiliza Internet como tabla de salvación. Y siempre les quedará Estados Unidos, donde no hay ninguna normativa al respecto. Montoya lo resume: “Allá en Texas, Chicago, Florida o Los Ángeles y donde haya mexicanos los corridos seguirán siendo un éxito seguro”.