Estos 13 rasgos revelan que eres más inteligente que el resto (según la ciencia)

Pijama Surf

La inteligencia es una categoría discutible. Por muchos años y por cierto dominio del pensamiento cientificista, se creyó que ser inteligente solo se demostraba con el dominio de las matemáticas o la inclinación a las llamadas “ciencias duras”. Sin embargo, en años más recientes el concepto se ha abierto para comprender otras formas de dicha cualidad.

Así, por ejemplo, el neurocientífico Howard Gardner ha conceptualizado 7 tipos de inteligencia, entre las que se encuentran la lingüística y la corporal, dos que ya nos sugieren otras formas que no siempre solemos tener en cuenta.

En este sentido, ahora compartimos 13 rasgos que, en distintas investigaciones, científicos han encontrado que están relacionados de alguna manera con la inteligencia.

Tomaste clases de música

Desde hace tiempo varios estudios ha confirmado la relación entre la música y el desarrollo cognitivo. En particular, tomar clases de música durante la niñez parece estar relacionado con un mejor desarrollo de las habilidades verbales y una mejor puntuación en exámenes de IQ.

Naciste primero

En un estudio demográfico realizado por investigadores noruegos encontró que los hijos primogénitos obtienen en promedio 103 puntos en un examen de IQ clásico, contra 100 de los hijos segundos y 99 de los terceros. Al parecer esto se debe al tipo de atención que como primeros nacidos reciben por parte de los padres.

Te mantienes en forma

En 2006, investigadores del Hospital Universitario de Toulouse publicaron los resultados de un estudio realizado a poco más de 2 mil adultos por un periodo de 5 años en el cual se observó una relación entre la obesidad y las habilidades cognitivas: a mayor grado de obesidad, menor agilidad mental.

Otro, de la Universidad de Glasgow, encontró que niños de 11 años que habían demostrado una menor capacidad lingüística en esta edad, tenían altas probabilidades de desarrollar obesidad a sus 40 años. En contraste, los niños con una inteligencia destacada, en la edad adulta mostraban una mar preocupación por su salud y bienestar.

Tienes un gato

Si ya lo sospechabas, es cierto: tener un gato es signo de inteligencia. Esto de acuerdo con un estudio de 2014 en el que de 600 estudiantes universitarios, las personas que manifestaron su preferencia por lo gatos salieron mejor puntuadas en un examen de capacidades cognitivas que las llamadas “personas de perros”.

Fuiste amamantado

Al estudiar a poco más de 3 mil niños de Gran Bretaña y Nueva Zelanda en dos investigaciones distintas, científicos de la Universidad de Illinois en Urbana–Champaign encontraron una relación entre un buen puntaje en exámenes de inteligencia y la alimentación temprana con leche materna, esto, sin embargo, no por alguna propiedad especial de la lactancia, o no solamente, sino más bien por la interacción de la leche de la madre con una versión muy particular del gen FADS2, que no se expresa de la misma manera en todos los niños.

Eres zurdo

Aunque por muchos años el uso de la mano izquierda se consideró funesto e incluso se le corrigió con severos métodos disciplinarios, algunas investigaciones han detectado cierto vínculo entre la zurdera y el llamado “pensamiento divergente”, una forma de creatividad que permite arribar a un pensamiento inesperado, particularmente entre los hombres.

Has probado ciertas sustancias con fines recreativos

Marihuana, LSD, hongos… De acuerdo con una investigación de 2012 realizada entre 6 mil personas nacidas en Gran Bretaña, aquellas que en su niñez demostraron una inteligencia superior al promedio, tuvieron más probabilidad de consumir alguna droga con fines recreativos en la edad adulta.

Mides más que los demás (en altura)

Aunque suene un poco increíble, la altura parece tener también relación con la inteligencia, esto según una investigación de la Universidad de Princeton realizada en 2008, en la cual notaron que los niños más altos tenían también mejores puntuaciones en exámenes de habilidades cognitivas.

Bebes frecuentemente. Si: alcohol

Otro rasgo posiblemente polémico. Por alguna razón, niños que demostraron una inteligencia sobresaliente en sus años escolares, en la edad adulta desarrollan una inclinación por el alcohol –también sobresaliente. Esto al menos por lo observado en una muestra demográfica de personas inglesas y estadounidenses estudiada por Satoshi Kanazawa y otros psicólogos evolucionistas.

Tu postura política es cercana al liberalismo

Estás a favor de los derechos de las minorías, la determinación de los pueblos, las libertades individuales básicas (de expresión, culto, reunión, etc.) y algunas otras posiciones políticas que, reunidas, te ubican en el cuadrante liberal del espectro político. Si esto es así, es posible que de niño tu inteligencia fuera un poco mejor que la del promedio. Esto según otro estudio de Satoshi Kanazawa, este de 2010.

Aprendiste a leer a una edad temprana

En 2012, una investigación realizada con gemelos en el Reino Unido encontró que de los dos hermanos, aquel que había aprendido a leer primero, había desarrollado también mejores habilidades cognitivas.

Te preocupas demasiado

Tristemente, el grado de inteligencia también parece guardar relación con la angustia, la ansiedad, la anticipación y otras emociones y formas de pensamiento afines. Las investigaciones al respecto son cuantiosas, y en casi todas se observa ese peculiar vínculo en personas que si bien demuestran una inteligencia por en cima de la mayoría (particularmente en el aspecto verbal), también suelen tener el hábito mental de pensar mucho sus decisiones, sus recuerdos, los hechos pasados, etc.

Los demás te consideran divertido

Paradójicamente con respecto al punto anterior, las personas inteligentes también suelen tener un sentido del humor que hace reír a los demás, casi siempre por ingenioso e inesperado. En 2010, psicólogos de la Universidad de Nuevo México realizaron un experimento en el que pidieron a 400 estudiantes que resolvieran un examen de inteligencia y, por otro lado, sugirieran títulos graciosos para caricaturas publicadas en The New Yorker. En los resultados se observó que las líneas más graciosas eran de los estudiantes con altos puntajes en las pruebas de IQ.