Este es el hombre más marihuano del mundo, según el gobierno norteamericano

VICE

Washington.- Irvin Rosenfeld asegura que ha fumado más mota que cualquier otra persona en el mundo. Sabemos que es muy difícil demostrar algo así, pero sus argumentos son bastante creíbles. En 1982, Rosenfeld se inscribió en el Programa de Investigación Compasiva de Nuevas Drogas patrocinado por el gobierno estadunidense. El programa dejó de recibir candidatos en 1992. Hoy en día, Rosenfeld es uno de los cuatro pacientes que siguen recibiendo porros gratis todos los días por parte del gobierno. Si hacemos la suma de todos los porros que se ha fumado en los últimos 30 años, el resultado es de 120,450. Si juntamos todos esos porros de punta a punta, son más de 8 km. Nadie tiene los papeles para demostrar que ha fumado más que Rosenfeld. 

Rosenfeld sufre de una enfermedad genética llamada exostosis hereditaria múltiple, la cual provoca que le salgan tumores dolorosos en los huesos. Puede permanecer sentado por largos periodos de tiempo sin sentir dolor gracias a la mariguana, pero afirma que sólo se ha puesto pacheco una vez. 

Teníamos que saber más, por eso lo buscamos para tener una breve charla. Nunca perdió la concentración a pesar de estuvo fumando todo el tiempo. 

VICE: Supe que la Organización Nacional para la Reforma de las Leyes de la Mariguana (NORML, por sus siglas en inglés) te certificó como la persona que se ha fumado más porros
Irvin Rosenfeld: No exactamente. NORML me dio una placa que se conoce como el Premio en memoria de Peter McWilliams por mi Valiosa Aportación en la Promoción de la Causa de la Mariguana con Fines Terapéuticos.

Pero son la autoridad, ¿no? El libro de los récords Guinness no toma en cuenta récords de mariguana, ¿o sí?
Los de Guinness dijeron que sólo registran los récords que creen que se puedan romper. Los otros pacientes que participaban en el programa empezaron después de mí. Es prácticamente imposible que rompan mi récord. Por eso no lo aprobaron en Guinness.

Buen punto. Entonces, si haces la suma completa, ¿cuánto has fumado en total?
El año pasado dije la suma total en un comunicado de prensa pero aún no calculo lo que llevo este año. La última vez fueron 98 kg. Además ya fumaba desde 11 años antes de entrar al programa, pero no tengo cómo comprobarlo.

Leí que tu mariguana es de uso estrictamente terapéutico.
No me hace nada. Cuando era joven, fumaba para que me aceptaran pero no me hacía efecto. Tengo que tomar muchos medicamentos para controlar el dolor, por ejemplo, la hidromorfina. Nunca he desarrollado una adicción a pesar de que algunas de las dosis que me recetan son adictivas.

Al principio creí que la mariguana era basura. Las primeras diez veces que fume, no me hizo nada. Un día fumé y me puse a jugar ajedrez. De pronto, me di cuenta que llevaba más de media hora sentado. En general no puedo estar sentado por mucho tiempo porque me duele. Ya habían pasado cinco años desde la última vez que estuve tanto tiempo sentado. Lo más impresionante es que no había tomado pastillas en casi seis horas. “Esta mierda funciona”, me dije a mí mismo. En ese momento me di cuenta de que la mariguana es muy útil en el campo de la medicina.

¿Y qué hay de los efectos secundarios? ¿Tampoco te da hambre?
No, no sufro por el monchis ni por los ojos rojos. Y nunca me ha hecho toser. A veces hasta me gusta cómo sabe.

¿Te gustaría ponerte pacheco?
Una vez me pasó. Iba en camino a una conferencia en Toronto y no me dejaron entrar al avión con mi medicina. Cuando llegué a la conferencia, dijeron que me iban a poner hasta el pito y les dije que era imposible. Me llevaron a la sala de vapor y me hicieron probar una yerba muy fuerte pero no funcionó. Después me hicieron probar una cosa llamada “budder“, un extracto de cannabis que contiene 95 por ciento de THC. “Cuando lo inhales, vas a sentir como se expande en tus pulmones y se va a sentir feo al principio”, me advirtieron. Se suponía que el efecto iba a durar dos horas más o menos. 

Cuando lo inhalé, supe a qué se referían con eso de los pulmones. Qué bueno que me dijeron, si no, me habría asustado mucho. Al principio no me hizo nada y todos se dieron cuenta. Después fue como si alguien hubiera prendido la luz. Me miraron y me dijeron “Ya te hizo efecto”, y así fue. Me sentía como si estuviera flotando en una cama de nubes. Estaba muy drogado. No podía hacer nada. Usualmente puedo hacer lo que sea después de fumar mariguana pero en ese momento no me sentía capaz de hacer nada.

¿Y te gustó?
Debo aceptar que sí. Mi cuerpo se sentía bien, algo que casi nunca pasa. Estaba feliz porque creía que iba a seguir así por otras dos horas.

De repente se apagó otra vez la luz. Apenas habían pasado ocho minutos. Regresé a la normalidad y todos se dieron cuenta. Se supone que iba a sentirme bien por dos horas, pero solo fueron ocho minutos.

¿Y cómo te sentiste?
Decepcionado. Aún tenía mucho tiempo. Pudo haber durado más.

¿Fumas donde sea?
De todos los pacientes, soy el único que trabaja. Llegué a un acuerdo con la DEA para que se me permitiera fumar en cualquier área de fumadores. En los lugares donde no se permite fumar —como en la oficina, en las reuniones o en los hospitales—, utilizo un vaporizador de aceite. De hecho, yo nunca he preparado el aceite; lo hace mi novia y utiliza una arrocera.

¿Te gusta usar el vaporizador?
Prefiero los porros. En mi opinión, es la mejor forma de equilibrar el THC y los cannabinoides. No sé si todos los cannabinoides se evaporan. En mi caso, es mejor fumar, aunque depende de la enfermedad de cada persona. 

¿Puedes manejar después de fumar? 
Fumo antes, durante y después de manejar. A veces me ven feo cuando se dan cuenta que me estoy fumando un porro. Cuando me paran los policías y me preguntan “¿A qué huele?”, les respondo “A cannabis sativa”. Después me dicen “Pues huele a mariguana”. Entonces les muestro mi receta y les informo que soy parte de una programa del gobierno. A veces saben de lo que hablo, a veces no. Si no saben, les digo que lo busquen en Google. Si no tienen internet, les dijo que llamen a la delegación y que busquen mi nombre en Google”.

Cuando les informan que es legal, protestan y dicen que no puedo conducir en ese estado. Entonces les muestro mi protocolo. Éste indica que no puedo manejar si estoy bajo el efecto de algún estupefaciente, pero como no me hace efecto, no me pueden decir nada.

Si quieres saber la historia completa de Irvin, lee su libro My Medicine: How I Convinced the US Government to Provide My Marijuana and Helped Launch a National Movement (Mi medicina: cómo convencí al gobierno de EU de que me regalara mariguana y me ayudara a iniciar un movimiento nacional)