Redacción
La tasa de desempleo de Estados Unidos llegó a un 14.7% durante el mes de abril con la desaparición de más de 20,5 millones de empleos. Estas cifras son las más altas desde que la nación sufrió la llamada Gran Depresión.
La magnitud del daño es tal que, tan solo en un mes, se eliminaron todos aquellos empleos que se habían generado después de la Gran Recesión en 2008 y 2009. En esos 12 años, los datos de empleo presentaron una mejora sustancial, algo de lo que Donald Trump hubiera estado gustoso de presumir.
Sin embargo, el inicio de esta abrupta caída comenzó a manifestarse en marzo entre los sectores de la hostelería y los viajes. Debido a ello, son esos grupos los más golpeados por el coronavirus, con 7.7 millones de empleos perdidos.
Uno de los datos más esperanzadores de esta situación es que el 78.3% de los participantes de una encuesta manifestaron que la pérdida de su empleo es temporal, mientras dura la pandemia. Mientras, el 11% señaló que perdió definitivamente su fuente de ingresos. Se trata de un dato inusualmente alto, la mayor tasa de despidos temporales desde la década de los 60.
Con esta proyección, el presidente Donald Trump dijo que “los empleos volverán pronto”, sin embargo, si la pandemia llega a alargarse podría derivar en un incremento de pérdidas definitivas de empleo.
Con información de El País