Encabezan el EI oficiales de Saddam Hussein: WP

Terra

Cd. de México.- Casi todos los líderes del grupo terrorista Estado Islámico (EI) son ex oficiales iraquíes que ejercían durante el régimen de Sadam Hussein, reveló una investigación del Washington Post.

Analistas iraquíes y sirios que estudian al grupo yihadista aseguraron que estos antiguos altos mandos de la dictadura baazista que lideró Irak entre 1979 y 2003 ejercen ahora como jefes de las fuerzas armadas y comités de seguridad del EI, así como de sus emires y príncipes.

El diario estadounidense describe el relato de Abu Hamza, el seudónimo de un ex rebelde sirio que aceptó unirse al EI y tuvo que huir finalmente a Turquía luego de desilusionarse con el grupo.

“Todos los tomadores de decisiones son iraquíes, y la mayoría de ellos son ex oficiales. Están al mando, y elaboran las tácticas y los planes de batalla”, dijo Hamza.

“Pero los mismos iraquíes no combaten. Colocan a los combatientes extranjeros en las líneas del frente”.

Tras la desintegración del Ejército iraquí después de la invasión encabezada por Estados Unidos en 2003, supuso que 400 mil miembros de las Fuerzas Armadas del país fueran vetados de ser empleados por el Gobierno y se les fuera negada una pensión.

Sin embargo, se les permitió que conservaran sus armas.

“Mucha gente piensa en el EI como un grupo terrorista, y eso no es útil”, explica Hassan Hassan, analista y coautor del libro “ISIS: Inside the Army of Terror” al Washington Post.

“Es un grupo terrorista, pero es más que eso. Es una insurgencia que creció en Irak, es una parte orgánica de Irak”.

Los antiguos oficiales iraquíes no solo aportan al grupo terrorista su experiencia militar, sino también las redes de contrabando desarrolladas en su momento para evitar sanciones internacionales, y que ahora facilitan una de las mayores fuentes de ingresos del EI: el comercio ilegal de petróleo.

Las Fuerzas Armadas estadounidenses siempre estuvieron al tanto del papel de los ex oficiales baazistas en Al Qaeda y otros grupos insurgentes en Irak, explica al diario el Coronel Joel Rayburn, miembro titular de la Universidad Nacional de Defensa quien sirvió como asesor a generales de alto rango en Irak.

Sin embargo, estas no supieron anticipar que se convertirían no sólo en adjuntos de Al Qaeda, sino en miembros centrales del grupo yihadista.

“Tendríamos que haber pensado en maneras de evitar la fusión”, dijo Rayburn.

“Probablemente no era posible reconciliar a los ex oficiales, pero etiquetarlos como irrelevantes fue el error”.

Los antiguos altos mandos iraquíes fueron clave en el ascenso del Estado Islámico, liderado por el autoproclamado califa Abu Bakr al-Baghdadi y considerado como el grupo terrorista más rico de la historia después de hacerse con el control de la ciudad de Mosul, la segunda más importante de Irak.

Entre los baazistas más destacados se encuentran Abu Muslim al-Turkmani, antiguo coronel que sirvió en la guardia republicana de Sadam Hussein y que más adelante gobernó para el EI los territorios iraquíes en su poder; Abu Ali al Anbari, quien fuera General en el Ejército del régimen y actualmente es considerado como el número dos del grupo terrorista; o Abu Ayman al-Iraqi, antiguo oficial de las Fuerzas Aéreas iraquíes y actual miembro del consejo militar de los yihadistas.

Existe entre los analistas un debate respecto a la posición ideológica de estos ex oficiales, y muchos sospechan que no corresponde con la del Estado Islámico.

“A muchos de estos baazistas no les interesa que el EI dirija Irak. Ellos son los que quieren dirigirlo. La mayoría considera que los yihadistas con esta mentalidad leninista son idiotas útiles que ellos pueden utilizar para ascender al poder”, declaró Rayburn al rotativo estadounidense.


Características compartidas

Aunque la ideología del Partido Baaz de Sadam Hussein parece reñida con la radical interpretación de la ley islámica que hace el EI, las dos posturas concuerdan en varios aspectos.

El uso del terror para asegurar la sumisión de las personas estaba ampliamente extendido y perfeccionado en el régimen baazista. Numerosas formas de tortura perpetradas por los leales a Hussein hace dos décadas son similares a los severos castigos impuestos por el Estado Islámico hoy en día.

Además, de forma similar al EI, el baazismo se consideraba un movimiento transnacional, extendiendo su influencia por los países de Medio Oriente y administrando campos de entrenamiento para voluntarios extranjeros.

En los últimos años de la dictadura de Hussein, este había comenzado a optar por un enfoque más religioso, imponiendo preceptos islámicos muy estrictos e inscribiendo las palabras “Alá es grande” en la bandera iraquí.

Este giro, opinan los analistas, podría haber facilitado la transición de una ideología baazista a una islamista para algunos de los oficiales iraquíes despedidos.

En los últimos dos años de la vida de Hussein, una campaña de decapitaciones, principalmente dirigida contra mujeres sospechosas de prostitución y llevadas a cabo por su unidad élite Fedayeen, acabó con la vida de más de 200 personas, reportaron grupos de los derechos humanos entonces.

La brutalidad del Estado Islámico, opinan los expertos, no es nueva, sino heredada.