Empeora desajuste en cadenas de suministro del ramo automotriz

Redacción

Al día de hoy, las personas que deseen adquirir un automóvil deben ingresar a una lista de espera y esperar por meses. Hay casos en donde la espera no es tan larga, pero sin duda eso es algo de suerte.

Se sabe que la falta de semiconductores han complicado el trabajo de la indutrsia automotriz a nivel mundial, pero este no es el único factor que ha impedido el avance de este sector.

A inicios de 2021, una tormenta invernal que azotó Texas afectó el suministro de gas para Norteamérica, lo que ocasionó un desabasto de resinas y plásticos. Un mes después, un buque portacontenedores quedó atorado en el canal de Suez y desquició el tráfico marítimo durante semanas.

Al mismo tiempo, se incendió una planta de chips de Renesas Electronics en Japón, lo que agravó el desabasto de semiconductores para las armadoras.

Estos desajustes en la cadena de suministro se han empeorado este año, gracias a los nuevos confinamientos en China con la variante Ómicron, y a la invasión rusa sobre Ucrania, que paralizó la producción de autopartes y vehículos en Europa.

Además, en marzo de este año, un terremoto y amenaza de tsunami en Japón obligó a algunas armadoras japonesas a cerrar plantas durante un par de semanas. Todos estos acontecimientos han desencadenado un caos que los fabricantes de vehículos y sus proveedores han tenido que aprender a manejar.

Este verano, nuevos brotes de Covid-19 en Asia han provocado nuevos cierres de plantas en Asia, ocasionando el desabasto de algunos componentes y el paro de algunas líneas de producción de vehículos, en consecuencia. “Cierra un proveedor en China y se para todo. Eso sigue siendo un problema”, dijo Guillermo Díaz, presidente de Toyota en México.

A casi dos años de que empezara la escasez global de semiconductores derivado de una explosión en la demanda de consolas, computadoras y teléfonos, pero también de antenas y torres para soportar un mayor despliegue de conectividad en medio del confinamiento, los fabricantes de vehículos siguen sin tener certeza de cuándo podrá estabilizarse el suministro de chips.

Con información de Expansión