El PAN y Reynoso Femat: En cenizas quedan 15 años de polémicas

Gilberto Valadez

“A nadie le gusta que lo corran a patadas de ningún lugar”, exclamaba el senador blanquiazul Rubén Camarillo Ortega a mediados de 2010, cuando el Partido Acción Nacional mantenía un nuevo intento por expulsar al entonces gobernador Luis Armando Reynoso de sus filas, que al final no fructificó.

Y es que los encontronazos públicos entre el PAN con el segundo gobernador emanado de sus filas se generaron en plena administración y prosiguieron entre cuestionamientos mutuos, hasta calificativos como “ratas”. Todo lo cual parece llegar a su fin con la renuncia del ex mandatario a las filas del partido.

En cenizas queda un aparente matrimonio por conveniencia que ganó electoralmente el estado en 2004, que se enfrentó en los medios y que perdió el poder seis años después.

Primeras fracturas

Con orígenes en el PRI y el antecedente de haber apoyado la campaña presidencial de Luis Donaldo Colosio en 1994, Reynoso Femat se afilió al PAN el 9 de febrero de 1996; ya cuando el partido era opción de triunfo en Aguascalientes, luego de haber ganado la alcaldía capitalina.

En poco tiempo, el ingeniero civil de formación se hizo de las dos principales posiciones políticas en el estado bajo las siglas del PAN. En 1999 se convirtió en alcalde de la capital y en 2004 fue electo gobernador; en ambas oportunidades con una amplia mayoría en las urnas.

Al tiempo, en el PAN hubo división en torno a la figura del mandatario, particularmente entre la bancada del Congreso del Estado, donde un grupo de panistas se opuso a la decisión oficial para endeudar al estado por más de dos mil millones de pesos a pagar en 25 años.

El hecho llevó a la primera fractura. La mañana del 28 de diciembre del 2006, la dirigencia estatal de Acción Nacional anunció un proceso de expulsión hacia el gobernador, acusándole por ir en contra de la doctrina panista.

Aunque en un inicio el gobernador calificó de “irrelevante” el proceso en su contra, acudió a la dirigencia nacional para frenar cualquier expulsión. Al final, el proceso quedó archivado. Pero en las elecciones de 2007, el PAN perdió la alcaldía de Aguascalientes por primera vez en más de diez años. Las fracturas ya estaban allí.

Viva la familia

Lo cierto es que como gobernador, Luis Armando también aprovechó su condición de ser el primer panista del estado. Llegando a promover candidaturas del partido entre familiares.  El suceso más notorio sería con su hermana Lourdes Reynoso Femat, quien, sin hacer campaña, fue electa diputada federal por la vía plurinominal en 2009.

Otro caso que ese mismo año sería el de Raúl Cuadra García, secretario de Finanzas y literalmente compadre del gobernador, también obtuvo una candidatura a legislador federal por el tercer distrito.

El hecho generó inconformidades entre panistas como el del ex gobernador Felipe González, quien acusó a la dirigencia nacional del PAN por supuestamente ceder a intenciones del ejecutivo. “Esta decisión de entregarle al gobernador casi todas las candidaturas es deshonesta”.

Sin embargo, cuando un año después el PAN no decidió apoyar la candidatura de Raúl Cuadra a la gubernatura, fue Luis Armando Reynoso quien tronó contra el partido y prefirió apoyar las aspiraciones del priista Carlos Lozano de la Torre, quien en 2010 recuperó la gubernatura para el tricolor el 4 de julio de ese año.

“Que expulsen a las ratas”

Tras el fracaso electoral del PAN en 2010 hubo un nuevo intento del partido por expulsar a Luis Armando Reynoso de sus filas.

El primero en alzar la voz fue el diputado Jesús Martínez González quien demandó la salida del gobernador y de otros a quienes calificó de “ratas” pues a su consideración le habían puesto el pie al blanquiazul para dejar la gubernatura.

“Se rasgan las vestiduras y juran y perjuran que son panistas y que desde siempre lo han sido, la realidad es otra, la realidad es que, al no cumplir el partido con sus ambiciones personales, simplemente tomaron la decisión de traicionarlo, por eso es que todas esas ratas tendrán que ser expulsadas”, afirmó.

El mandatario también reviró calificando de “Club de Toby” a la cúpula panista, además de considerar “disparates” los nuevos amagos en su contra, afirmando “también tengo cositas que decir”.

El 20 de julio, el senador Rubén Camarillo exigió directamente a Reynoso. “Si todavía le queda un poco de dignidad, al gobernador pues entonces que pida su renuncia, que se vaya, antes de que lo tengamos que expulsar”.

Más de diez años después, finalmente Luis Armando Reynoso se fue del partido.