El hermano priista del Secretario de Hacienda

Gilberto Valadez

Aguascalientes, Ags.- La tarde del miércoles 3 de julio de 2013 llegaban a su fin las campañas electorales rumbo a la elección intermedia en Aguascalientes. Faltaban unos días para los comicios en donde se renovarían las once alcaldías así como los 27 asientos en el Congreso del Estado.

El control de la política estaba aún en manos tricolores, con un PRI que había arrasado tres años antes ganando la gubernatura, la alcaldía de Aguascalientes y el control del Poder Legislativo.

Existía confianza en que el Partido Revolucionario Institucional pudiera repetir como ganador en los comicios. El candidato tricolor a la alcaldía de Aguascalientes, Francisco Chávez Rangel, tenía el apoyo del aparato gubernamental encabezado por el gobernador Carlos Lozano de la Torre.

Esa tarde, Chávez Rangel se dedicó a acompañar en sus cierres de campaña a los diferentes candidatos del PRI a diputaciones. Uno de ellos, Rafael Urzúa Macías, era el abanderado a representante popular por el VI Distrito.

Médico de profesión, Urzúa Macías cerró actividades con un mitin en la colonia Altavista de esta ciudad, resaltando la presencia del aspirante a alcalde para brindar apoyo, dijo, a favor de “niñas y niños, adultos mayores, madres de familia y los jubilados”.

Pero la realidad alcanzó a Chávez y Urzúa, quienes no fueron favorecidos con el voto. El primero perdió la elección por la alcaldía de Aguascalientes y el segundo no pudo llegar al Congreso.

Cinco años después, Carlos Manuel Urzúa Macías, hermano menor del ex aspirante a diputado, sí estuvo en una campaña ganadora, sumándose al equipo de Andrés Manuel López Obrador, quien lo designó Secretario de Hacienda.

El rector priista

Rafael Urzúa Macías nació en Aguascalientes en marzo de 1953 y fue uno de los primeros alumnos de la carrera de medicina en la naciente Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA) que entró en funciones en 1973.

Tras graduarse y cursar un posgrado, Rafael volvió a su casa de estudios para incorporarse como catedrático, posteriormente ocupó diversos cargos hasta ser elegido rector de la UAA en 2005.

En una institución que siempre ha buscado mantenerse ajena a temas políticos, el nuevo rector ya estaba dentro de las filas de un partido político. Según el registro público de militantes del Partido Revolucionario Institucional, Urzúa Macías es miembro activo del tricolor desde el 12 de agosto de 2000.

Como máxima autoridad universitaria, Urzúa no ocultó su preferencia hacia personajes del PRI. Durante su gestión se construyó un amplio complejo deportivo que incluye un estadio de futbol. Por ejemplo, la unidad deportiva fue llamada Enrique Olivares Santana: ex gobernador de Aguascalientes y que en los años setenta ocupó diversas carteras en los gobiernos priistas de Luis Echeverría y José López Portillo.

En contraparte, la gestión académica de Urzúa Macías también fue cuestionada por su falta de apertura con estudiantes, así como la inopinada cancelación de programas en la estación radiofónica de la casa de estudios y hasta el caso de una alumna que fue supuestamente expulsada por criticar en Facebook a las autoridades académicas.

En espera del Progreso

Tras dejar su cargo en la UAA en 2010, Rafael Urzúa abiertamente se inclinó por apoyar las políticas del PRI que ese año regresaba al poder en Aguascalientes, tras la victoria de Carlos Lozano en las votaciones. El lema de gobierno de Lozano “Progreso para todos”, siempre fue cuestionado por la oposición.

El ex rector sería incorporado al gabinete de Carlos  Lozano, quien lo designó al frente de la Comisión de Arbitraje Médico. Lo cual tal vez no sería suficiente para el galeno, quien puso sus ojos en el Congreso.

Tres años después, el ex rector lucía como una de las cartas fuertes del PRI hacia la renovación de las diputaciones y se convirtió en candidato por el VI Distrito: una zona de contrastes que lo mismo agrupa fraccionamientos favorecidos económicamente como colonas en pobreza. Así lo reconoció el propio Urzúa, el 29 de mayo de 2013, cuando se presentó como “candidato de la sociedad”, y aclaró: “represento al PRI porque es el partido con el que estoy identificado. Jamás hubiera participado bajo alguna otra sigla partidista”.

Pero en una de varias debacles que el PRI sufrió durante el sexenio de Lozano, el PAN recuperó la alcaldía de Aguascalientes, mientras que Urzúa no pudo llegar al Legislativo.

El ex rector de la UAA volvería a labores de gabinete, pero ahora como director del

Instituto para el Desarrollo de la Sociedad del Conocimiento en el Estado, IDSCEA por sus siglas, donde permanecería hasta finalizar el sexenio del progreso que no tuvo respaldo en las urnas. El gobierno de Lozano se hundió en los niveles de inseguridad y en el reparto de concesiones de taxis y notarias hacia sus más allegados.

Así, el PAN le arrebataría al PRI la gubernatura de Aguascalientes en las elecciones de 2016.

Tras ello, Rafael Urzúa desaparecería de la esfera política.  No así su hermano Carlos Urzúa, quien asumió como Secretario de Hacienda en el nuevo gobierno de Andrés Manuel López Obrador, personaje criticado ampliamente por el PRI desde su primera campaña presidencial en 2006 y ahora que ya alcanzó el poder luego de tres elecciones federales.