El hambre puede eliminar el dolor inflamatorio

Redacción

Recientemente un grupo de neurocientíficos de la Universidad de Pensilvania, en Estados Unidos, realizaron un estudio cuyas conclusiones pueden hacer que el hambre sea vista desde otra perspectiva.

Según esta investigación, los animales suprimen el dolor crónico cuando tienen hambre.

Cuando un individuo siente hambre, en su organismo se activan una serie de procesos como la quema de glucosa, la quema de grasa y, en casos extremos, el consumo de los tejidos, que buscan alimentar el cuerpo. Esto lo mantiene tan ocupado, por decirlo de alguna forma, que puede dejar de lado la percepción del dolor.

Durante el experimento se estudiaron 300 células cerebrales que priorizan la necesidad de alimento frente a otras necesidades del cuerpo.

Amber L. Alhadeff, del equipo de investigadores, reconoció que no esperaba que el hambre influyera tanto en la recepción del dolor. Básicamente, el dolor crónico queda en segundo plano y lo primordial es buscar comida para sobrevivir. Es decir, lo primero es mantener al organismo funcionando.

Los individuos observados, que no comieron en un lapso de 24 horas, respondían al dolor agudo, pero parecían tener menos receptividad al dolor inflamatorio, al contrario que aquellos que fueron bien alimentados.

Una vez identificaron a qué tipo de dolor respondían menos los hambrientos, se preguntaron qué parte del cerebro procesaba la conexión hambre-dolor. Fue así como se dieron cuenta de que las neuronas AgRP, conocidas como neuronas del hambre, tenían mucho que ver en el proceso.

Esto quiere decir que, tal y como comentó el profesor J. Nicholas Betley, estimulando estas neuronas puede suprimirse la respuesta al dolor inflamatorio.

No obstante, no hay que pasar hambre para aliviar el dolor. Como remedios caseros para el dolor, el portal Every Day Health recomienda hacer ejercicio, tomar vino tinto e ingerir alimentos como cúrcuma, uvas y cerezas.

Con información de Cinco Noticias