Despiden a maestro de la Univ. Anáhuac a petición de funcionaria estatal en Veracruz

Quadratín

Veracruz.- Tal y como lo hacía de lunes a viernes, desde 12 años atrás, el 4 de febrero Arturo Hernández Abascal asistió a la Universidad Anáhuac para impartir su clase de Teoría del Estado; ese día el tema a discutir con sus alumnos era los derechos de las minorías, y la no discriminación.

Durante el transcurso de la charla, se enfocó en los alcances cada vez mayores de distintos grupos sociales considerados como minoritarios, que habían logrado ir superando atavismos sociales como la diversidad sexual, por lo cual había numerosos ejemplos de personas que habían alcanzado el éxito, haciendo alusión personal, en este contexto, a una funcionaria estatal.

La mención de Mireya Toto, directora de la Comisión Estatal de Atención a Víctimas del Delito, área perteneciente a la Secretaría de Gobierno, generó la inmediata reacción de la servidora pública, quien, de acuerdo con la versión del académico, exigió su cese inmediato, a lo cual la Universidad Anáhuac accedió, despidiéndolo sin mediar ningún tipo de conciliación, y sin respeto a su derechos laborales básicos.

En entrevista exclusiva para Quadratín Veracruz, Arturo Hernández Abascal se dice sorprendido tanto por la reacción de la funcionaria como de la postura de una institución académica que debe ante todo ser espacio de libertad y pluralidad.

Afirma que durante el tiempo que fungió como maestro de la universidad, su principal preocupación, además de la calidad de la enseñanza, era inculcar en los jóvenes el respeto a la diversidad en todos los órdenes. “A pesar del conservadurismo que caracteriza a la Universidad Anáhuac, nunca fui reprimido ni reprendido por mi postura”.

Recuerda los detalles del día que impartió la clase sobre derechos de las minorías, y señala que hizo referencia a diferentes personas, “y cuando me referí a la doctora Mireya Toto, lo hice con respeto y admiración porque conozco su trayectoria, y me pareció digno mencionarla”.

La intención de la discusión académica era hacer entender a los jóvenes alumnos que hay personas con mucho talento, que han alcanzado grandes éxitos, y que afortunadamente se van superando los tabúes sociales que las señalaba y acotaba por sus preferencias sexuales, su estilo de vida, por su raza, color o religión.

Enfático, reitera que sus expresiones fueron con respeto, nunca con dolo y menos ofensivas ”tal como lo he hecho siempre”.

Días después, le fue informado por parte de la administración de la Universidad Anáhuac que la doctora Mireya Toto había presentado una queja en su contra, y exigía su despido inmediato, aludiendo ofensas a su persona.

Sin mayor protocolo fue despedido, sin ninguna explicación, sólo el anuncio de que a partir de ese momento dejaba de prestar sus servicios como académico a la institución educativa, negándosele también la liquidación correspondiente a la que tiene derecho.

La Universidad Anáhuac no cumplió con el reglamento interno de la institución, que claramente establece que caso de señalamientos o quejas contra algún académico se llevará a cabo una reunión del Comité Disciplinario donde se otorgará el derecho de audiencia, y se discutirá y votará la sanción a que haya lugar.

Hernández Abascal cuenta que el coordinador de la Licenciatura de Derecho le hizo saber que esto fue por la presión ejercida por la doctora Mireya Toto.

Si bien es cierto, dice, que la funcionaria incurrió en un abuso de autoridad, la institución es la que tomó la decisión, mostrando su lado intolerante y represivo.

El académico explica que el rector Luis Linares Romero nunca le dio la cara, no atendió sus solicitudes para una entrevista laboral “lo cual me hace creer que el responsable de la institución es contrario a la libertad de ideas y de expresión”.

“Yo siempre fui congruente dentro y fuera del salón de clases, decía lo que pensaba, y nunca antes tuve problemas por ello”.

“Con el anterior rector (el padre Dermot McCluskey) existía la libertad de pensamiento y de palabra, el derecho de cátedra, cualquier cosa que se diga en un salón se debe permitir, siempre y cuando no se difame u ofenda a alguien”.

Comenta que de acuerdo con lo que le informaron en la escuela, Mireya Toto argumentó que el haberla puesto como ejemplo era una burla y una ofensa a su persona.

El profesor dijo estar dispuesto a darle una disculpa a la funcionaria, pero insistió en que la alusión a su persona no fue jamás con el afán de exhibirla o cuestionarla en su preferencias personales.

Lamentó la postura de la Universidad Anáhuac a la cual ha demandado laboralmente para que respeten sus derechos, además de reclamar por lo injustificado de su despido; añadió que ha presentado una queja también ante el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación, que depende de la Secretaría de Gobernación, por la represión sufrida por sus expresiones en el marco de su cátedra.

Arturo Hernández Abascal es licenciado en Derecho por la Universidad Veracruzana, Maestro en Derecho Constitucional y Amparo por la Universidad Cristóbal Colón y Doctor en Derecho Constitucional por la Universidad de Valencia, España.

Es docente certificado por la Secretaría Técnica del Consejo de Coordinación para la Implementación del Sistema de Justicia Penal (Juicos Orales) en México. En la materia ha capacitado a policías preventivos, ministerios públicos, policías ministeriales, peritos y jueces en los Estados de Quintana Roo, Yucatán, Chiapas, Tabasco, Puebla y Veracruz.

Ha sido asesor de la Dirección General de Prevención y Readaptación Social del Gobierno Federal, de la Subsecretaría de Gobierno de la Secretaría de Gobernación y de la Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados.

Ha impartido diversas conferencias y publicado en revistas de México y España. Realizó una estancia de investigación de cuatro meses en la Universidad de Valencia, España al amparo del programa “Jóvenes investigadores de países en vías de desarrollo”.

Es Director de Argos Asesoría Integral SC, empresa de consultoría dedicada a prestar servicios de capacitación e investigación a diversas áreas de gobierno en materia de seguridad pública, análisis político y desarrollo local.

Cuenta con doce años de experiencia litigando y es miembro del Ilustre y Nacional Colegio de Abogados de México.

Y hasta el pasado 24 de febrero, Profesor Titular de la Universidad Anáhuac de Xalapa en licenciatura y posgrado.