Andres Rojo
Aguascalientes.- Las administraciones gubernamentales deben ser más transparentes con las licitaciones de proyectos de rehabilitación y remodelación de obras artísticas e históricas para que no ocurra como en el caso de las obras originales y en réplicas de Jesús F. Contreras del Museo Aguascalientes o como la balaustrada del Jardín de San Marcos, así lo indicó el historiador José Alberto Campos.
“Nosotros tenemos entendido que en el Museo Aguascalientes se preservan algunas obras originales de Jesús F. Contreras y otras son réplicas, pero aquí lo que se tiene que cuidar mucho es el hecho de designar a personas profesionales para hacer las réplicas y obras de rehabilitación”.
Comentó que la restauración equivocada de una obra con valor histórico o artístico se puede considerar como un delito, que debería ser sancionado por que se actuó con dolo o con omisión, pero pocas veces sucede así por la falta de voluntad de las autoridades y por la discrecionalidad con la que se realizan los trabajos.
“En estos casos se le considera como negligencia y la negligencia se debe de castigar porque se comete un delito, a lo mejor no hubo intención, no hubo dolo, pero sí hay un daño que se tiene que resarcir y se debe de poner un ejemplo para que no se vuelva a cometer, pero también hay que analizar que les llegan al precio a los entes vigilantes como el INAH, y por otro lado reciben instrucciones y presiones de gobernantes y de altos funcionarios que muchas veces son meros caprichos y por eso se hacen estas reparaciones”.
Por ello también es importante que se reforme la Ley de Patrimonios Históricos que responda a las necesidades de la actualidad y que también los gobernantes le den el valor que le corresponde al arte, la cultura y la historia y se deje de ver como una oportunidad para hacer negocio.
“Tenemos una Ley de Patrimonio Histórico en Aguascalientes que ya es arcaica, que ya debería de ser adecuada a los nuevos tiempos”.