De no ser por la medicina, el ser humano moriría a los 38 años

Redacción

Ciudad de México. – De acuerdo con un grupo de científicos de la Organización de Investigación Científica e Industrial del Commonwealth, la esperanza natural de vida de los seres humanos es de tan sólo 38 años. Si hemos podido alargar nuestra existencia es gracias a los avances que ha tenido la medicina y al mejoramiento de nuestro entorno.

En la investigación, que ha sido publicada en Scientific Reports, se analizó cómo cambiaba el ADN de diferentes animales conforme estos iban envejeciendo. Lo que se encontró es que el cambio no era igual en todas las especies y que además estaba relacionado con la esperanza de vida. Esto es lo que se conoce como “reloj genético”: cómo cambia nuestro ADN conforme envejecemos.

Entre más años vaya acumulando el ser vivo, se van produciendo una serie de cambios en el ADN. La modificación más frecuente es la metilación, que es la adición de grupos químicos metilo en el ADN.

Los expertos utilizaron 252 genomas de distintas especies de vertebrados procedentes de una base de datos en línea elaborada por otros investigadores y los compararon con otra base de datos de vida animal conocida. Los científicos se dieron cuenta de que podían estimar la vida útil de estos vertebrados observando dónde se producía la metilación del ADN en 42 genes particulares. Y no solo podían predecir la esperanza de vida de animales vivos sino también de los que se han extinguido.

Con este procedimiento se puede saber de manera casi exacta la edad natural de cada animal, es decir, el período de su vida en el que su cuerpo se mantiene en perfecto estado. Es un avance importante, ya que hasta la fecha no se sabe cuál es la esperanza de vida de cada especie.

También han logrado dar con la edad natural de los seres extintos como el mamut lanudo o la ballena de Groenlandia, que tenían 60 y 268 años naturales respectivamente.

En opinión de los investigadores, conocer la vida útil de los animales salvajes puede ayudar a su manejo y conservación. Si además se trata de especies en peligro de extinción, conocer su esperanza de vida ayudaría a comprender qué poblaciones son viables (podrían sobrevivir).

Con información de Muy Interesante