Redacción
En días pasados, China eliminó la exigencia de cuarentena para visitantes del exterior a partir del 8 de enero, la última medida vigente de su rígida política de cero covid, aunque hospitales y crematorios en toda China continúan desbordados, principalmente por la llegada de ancianos.
Apenas a 140 km de Beijing, decenas de pacientes de covid, en su mayoría ancianos, yacen tendidos en camillas en las áreas de emergencias de hospitales de Tianjin. El personal médico tendrá que seguir trabajando incluso si da positivo al coronavirus.
El Centro de Prevención y Control de Enfermedades de China reportó el miércoles 5 mil 231 nuevos casos de covid y tres muertes, luego de que estrechó el criterio para definir si un fallecimiento fue por el coronavirus. Las cifras reportadas podrían ser inferiores a las reales porque ya no se obliga a la gente a informar de los contagios.
El repentino giro en la política anticovid de Beijing generó nerviosismo en el mundo, ante lo cual Estados Unidos está estudiando restricciones para los viajeros procedentes de China tras medidas anunciadas en otros países.
Autoridades estadunidenses dijeron la noche del martes que el país está considerando la posibilidad de imponer restricciones similares a las de Japón, Italia e India, que decidieron exigir pruebas PCR a pasajeros que lleguen de China.
Taiwán, la isla de gobierno autónomo que China considera como propia, dijo el miércoles que los visitantes de China tendrán que someterse a pruebas de diagnóstico.
Con información de Milenio