Redacción
España.- La aparición del nuevo coronavirus llevó a los servicios médicos mundiales a dirigirse casi en su totalidad al cuidado y tratamiento de los pacientes contagiados con la enfermedad.
De acuerdo con Jesús Molina, coordinador del Grupo de Trabajo de Enfermedades Respiratorias en la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), se ha dedicado “prácticamente el 80 % del esfuerzo a la COVID-19, tanto a atender a los pacientes que han sido ingresados por el virus como al seguimiento posterior”.
Por ello, una de las consecuencias de la reestructuración de los servicios de salud fue la suspensión de consultas presenciales para varias enfermedades relacionadas a aquellas que involucran al sistema respiratorio, como la EPOC.
Sin embargo, Molina indicó eso no ha sido un impedimento para que los médicos sigan con su labor ayudando a sus pacientes. De hecho, una forma en la que han trabajado ha sido vía telefónica, donde escuchan las dolencias de aquellos que padecen síntomas de EPOC.
“Si los pacientes tienen algún problema o duda, llaman al centro sanitario y ya nos ponemos en contacto con ellos”, puntualizó.
Por su parte, el doctor José Luis López Campos, neumólogo y coordinador del área de EPOC de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), destacó que la atención a este sector de la población es fundamental para descartar la infección por el nuevo coronavirus.
En el caso de las recetas médicas, agregó que “se ha habilitado en la receta electrónica una prórroga de los periodos de caducidad para que los pacientes puedan recoger en las farmacias los tratamientos durante más tiempo del que se había estipulado”.
Así, se mantiene a salvo a los pacientes con dificultades respiratorias mientras continúan con su tratamiento desde la seguridad de su hogar.
Aún así, los expertos creen que es necesario idear una forma en la que ya puedan recibir a sus pacientes para analizar diferentes puntos en su salud, como el cumplimiento adecuado de las pautas de medicación, la masa muscular, el deterioro de la respuesta al ejercicio aeróbico o la posible aparición de alteraciones vasculares derivadas del confinamiento.
Finalmente, los especialistas concluyen en que a la hora de volver a la consulta presencial debe resultar primordial que se compruebe el seguimiento de medicación de cada paciente y solventar las interrupciones en caso de que sea necesario.
Con información de Muy Interesante