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Antes de crucificar tu conexión de red y a tu proveedor de servicios de Internet, tu primer paso debería ser verificar tu configuración y tu plan de Netflix. Lo más probable es que tu plan sea compatible con la transmisión en HD, pero hay planes que solo permiten la transmisión en definición estándar. La transmisión en UHD solo está disponible en el plan más caro, por lo que vale la pena realizar una doble comprobación.
Si tienes el plan correcto, lo siguiente es modificar las opciones de transmisión de Netflix. Abre tu cuenta y en la sección “Tu perfil”, y busca Configuración de reproducción. Aquí verás cuatro opciones: Baja, Media, Alta y Automática. Obviamente, eres una persona lista y sabes lo que significan… aunque no viene mal un desglose explicativo, ya que estas opciones afectan la calidad de la imagen (y, potencialmente, tu límite de datos).
- Baja: la transmisión en este nivel consumirá aproximadamente .3 GB por hora. Transmitir en baja calidad obligará al contenido a reproducirse en definición estándar. Esta es la mejor opción para aquellos con malas conexiones, o que tienen un límite de datos.
- Media: este nivel consumirá aproximadamente.7 GB por hora. En este límite, aún estarás amarrado a la definición estándar.
- Alta: esta opción es la que abre las transmisiones HD y UHD con el plan adecuado, pero eso también significa que tu uso de datos puede variar bastante. Dependiendo de tu red, podrías estar utilizando 3 GB por hora para la transmisión básica de 720p, o hasta 7 GB por hora para la transmisión UHD.
- Automática: como su nombre lo indica, esta opción permite que tu calidad de transmisión fluctúe de acuerdo con tu velocidad de conexión a Internet, todo para proporcionar una experiencia de transmisión más estable. Sin embargo, existe una alta probabilidad de caídas en la calidad con esta opción.
En definitiva: si se está transmitiendo en cualquier otra opción que no sea Alta, no tendrás calidad HD o UHD en Netflix. Ojo, que cualquier cambio en estas configuraciones puede tardar hasta ocho horas para que tenga efecto, por lo que si lo cambias y no notas un cambio, ten paciencia.
Y recuerda que una resolución de transmisión más alta también puede afectar tu plan de datos, así que ojo además si tienes un límite de estos.
Límites de cada navegador
No todos los navegadores fueron creados iguales, y eso es especialmente cierto cuando se trata de transmisión o streaming. Si bien casi todos los navegadores de Internet son capaces de transmitir contenido de Netflix en alta definición, el grado de definición de HD variará según el navegador. Aquí hay un resumen de la resolución máxima de cada navegador en una computadora.
- Google Chrome: hasta 720p
- Firefox: hasta 720p
- Opera: hasta 720p
- Safari: hasta 1080p (en equipos Mac que ejecutan OS X 10.10.3 o superior)
- Microsoft Edge: hasta 4K (requiere una conexión compatible con HDCP 2.2 a la pantalla 4K, con —al menos— la CPU Core del 7ª generación de Intel, más la última versión de Windows)
- Internet Explorer: hasta 1080p
¿Estás preparado para transmitir en HD o UHD?
Es posible que esté pagando por una conexión rápida a Internet, pero eso no significa que necesariamente tengas acceso rápido a Internet. Visita testmy.net para ver qué tipo de velocidades de descarga estás obteniendo. Si está por debajo de 10 Mbps y hay más de un dispositivo en tu hogar que usa Internet, será difícil ver un flujo completo de HD, y definitivamente, nada de UHD.
¿Malos números? Hay varias cosas que puedes hacer para asegurarse de obtener las velocidades que deberías, desde elegir el plan de Internet correcto hasta instalar el tipo de router adecuado. Mira aquí nuestra lista con los mejores routers inalámbricos para asegurarte la conexión más rápida posible.
Si obtuviste buenos números antes, sabrás entonces que tus “tuberías” de Internet no están obstruidas. Con esto en mente, es hora de considerar si las líneas que alimentan tu hogar están “tan abiertas” como deberían.
¿Es tu proveedor de servicio de internet el culpable?
Después de mucha presión, Netflix comenzó a pagar a algunos proveedores de Internet, incluyendo Comcast y Suddenlink, por los llamados “carriles de alta velocidad”, destinados a garantizar que sus flujos de vídeo llegaran a sus clientes.
Si estás utilizando un proveedor de servicios de Internet que no ha hecho algún tipo de acuerdo con Netflix —como un acuerdo de carriles de alta velocidad pagado—, podrías estar condenado a una mala calidad de Netflix. Puedes consultar en este sitio web la velocidad del Proveedor de Servicios (ISP, por sus sigas en inglés) para tener una idea de qué posición tiene Netflix en sus oraciones. Si parece que tu proveedor no lo quiere mucho, es posible —aunque difícil de demostrar— que sea tu proveedor de Internet el que está “estrangulando” a Netflix. Si sospechas que este podría ser el caso, podrías “ocultarle” a tu proveedor que estás viendo Netflix con una red privada virtual o VPN. Te mostramos qué es VPN aquí para guiarte.
Mira tu reloj
Si el ancho de banda se ralentiza, la resolución de la imagen disminuirá hasta que el flujo de resolución esté lo suficientemente almacenado.
Si no lo has notado, Netflix comenzará a reproducir la transmisión antes de que pueda transmitirla con toda su calidad, guardando en el búfer la versión de resolución completa que viene en camino. Tan pronto como sea posible, la transmisión se mostrará a resolución completa.
Si el ancho de banda se ralentiza, la resolución de la imagen disminuirá hasta que el flujo de resolución esté lo suficientemente almacenado. Netflix hace esto para mantener unos tiempos de carga cortos, y para que no sientas que se demora una eternidad ver tu programa. Este ajuste inteligente hace que Netflix se vea ágil, sí… pero en el momento equivocado del día, también puede hacer que parezca una basura durante los primeros minutos de visualización.
A medida que experimentamos con la calidad de Netflix en el transcurso de un día completo, descubrimos que el factor que más influye en la calidad de la transmisión es la hora del día. Te conviene tener en cuenta las horas punta (esencialmente, después de las 6 p.m.) y ajustar tus expectativas.
¿Qué más puedo hacer?
Si sabes con certeza que tu red doméstica es sólida y que tu ISP ofrece buenas velocidades de transmisión de Netflix, pero aún así tu visualización sigue siendo mala, llama a tu proveedor y cuéntale tus penas. Asegúrate de que el agente sepa que sabes de lo que estás hablando, antes de que te arrastren por una sesión de esperas de 45 minutos.
Aparte de eso, no hay mucho más que puedas hacer, aparte de presionar con tu billetera. Cancela tu suscripción para decirle a Netflix que, si no puedes obtener una mejor experiencia en tu área, no le vas a pagar. De lo contrario, es posible que nada cambie.