Columnistas de Tamaulipas destacan el buen desarrollo económico de Ags.

El Mañana de Nuevo Laredo

Nos ponen la muestra el Bajío y el Altiplano, en desarrollo económico

Carlos E Z. Cabeza Reséndez
Mientras en Tamaulipas hacemos grandes esfuerzos por vender la idea que vamos muy bien en materia de desarrollo económico y nos gastamos grandes cantidades en promover la imagen gubernamental en la materia, en otras cercanas latitudes aprovechan el tiempo en atraer grandes inversiones y generar mayor cantidad y calidad de empleos.

Tal es el caso de los estados del Bajío y su zona de influencia inmediata, como son Aguascalientes, Guanajuato, Querétaro y San luis Potosí, e incluso en el Altiplano, el propio Estado de México, Hidalgo y Puebla.

Por ejemplo, San Luis Potosí, en el ya muy remoto pasado era un estado muy atrasado. En los años sesenta y setenta e incluso la primera mitad de los ochenta, caracterizaban a San Luis Potosí como un estado de atraso relativo respecto a otros. Tan es así que era normal que los obreros, servidumbre doméstica, jardineros y comercio informal fuera gente oriunda del mismo estado. Hoy se da lo inverso, los agentes aduanales y transportistas buscan oportunidades de clientes en este pujante estado, que hoy se caracteriza por su gran crecimiento sustentable y sostenido, que junto con estados como Guanajuato, Aguascalientes y Querétaro presumen las más altas tasas de crecimiento estatal.

Mientras Tamaulipas ha visto perder terreno a pasos agigantados en términos de desarrollo económico.

En cambio, el gobernador del vecino estado de San Luis Potosí y de Coahuila, Nuevo León, Guanajuato, Aguascalientes y Querétaro, incluyendo también en el grupo de triunfadores a los estados de Hidalgo y Puebla , logran índices de crecimiento y desarrollo de los más sobresalientes. Los caracteriza su altura de miras y gran trabajo de promoción y fomento, su actividad de exhortación a su propia comunidad respectiva a sembrar confianza para atraer a los grandes capitales.

Tal cual lo patentiza las múltiples reuniones que éste realiza con los diplomáticos y consejeros económicos de Europa y Asia, cosechando grandes resultados de nuevas inversiones cada día.

En Tamaulipas nos hemos dormido en nuestros laureles. Y nos limitamos a anunciar con bombo y platillo onerosas giras a eventos de ferias mundiales y otras actividades promotoras que no dan resultados significativos.

No cabe duda que la frase del gobernador potosino de “sembremos confianza para atraer a los grandes capitales” ha tenido gran resultado no sólo en San Luis Potosí sino incluso en todo el Bajío.

Es así como San Luis Potosí y los otros estados ya mencionados del Bajío se han allegado en la práctica las mejores prácticas y política pública para atraer y fomentar la inversión extranjera y las más recientes oleadas de tecnología de punta.

No sólo en el sector automotriz (donde por cierto el patito feo es Tamaulipas pues a estas alturas de la globalización, inexplicablemente no cuenta con armadora automotriz alguna), y otros sectores tradicionales como el eléctrico, electrónico, metal mecánico, aparatos médicos, etc., sino incluso en sectores emergentes como la aeronáutica, robótica, nanotecnología, mecatrónica, células madres, fibras ópticas, superconductividad, etc.

Para empezar, en Tamaulipas habría que empezar por explicar en qué consisten estos avances tecnológicos del siglo XXI y su aplicación en la generación de productividad, competitividad y desarrollo económico.