Comunicado
La Comisión Iberoamericana de Derechos Humanos para el Desarrollo de las Américas (CIDHPDA), a través de su Consejo Iberoamericano, expresa su más firme condena ante la alarmante escalada de violencia registrada en Bolivia desde el 2 de junio de 2025, en el contexto de los bloqueos liderados por sectores afines al expresidente Evo Morales.
Estas acciones han dejado un saldo trágico de al menos seis personas fallecidas —cuatro policías y dos civiles— y decenas de personas heridas, particularmente en la localidad de Llallagua, en el departamento de Potosí. Desde la CIDHPDA manifestamos nuestra solidaridad con la ciudadanía boliviana, las organizaciones civiles y los sectores más vulnerables, que están siendo directamente afectados por la violencia, el desabastecimiento y la incertidumbre generada por esta crisis.
Reiteramos nuestro respaldo a quienes defienden la paz, el diálogo y los derechos fundamentales en este contexto de alta conflictividad.
Exhortamos al Gobierno del Estado Plurinacional de Bolivia a tomar medidas urgentes, firmes y
efectivas para poner fin a la violencia, garantizar la seguridad de la población, así como atender de manera prioritaria las condiciones económicas que han sido agravadas por el conflicto. De igual manera, instamos a que se garantice el uso proporcional de la fuerza por parte de las instituciones encargadas de la seguridad pública, dotando de los recursos adecuados tanto a policías como a militares, evitando su exposición sin respaldo ante grupos violentos.
Expresamos también nuestra preocupación por el hostigamiento que viene sufriendo la Defensoría del Pueblo de Bolivia, una institución relevante en la protección de los derechos humanos, que ha sido injustamente señalada por distintos sectores y actores estatales quienes intentan responsabilizarla por la situación.
Rechazamos cualquier intento de desacreditar o atacar su labor. Alertamos que debilitan el papel de las defensorías en contextos de crisis social implica graves riesgos. Coincidimos con la advertencia de expertos sobre la gravedad del actual escenario, caracterizado por negligencia institucional, falta de respuesta efectiva del Estado y la posible infiltración del crimen organizado en los movimientos de protesta. Estas condiciones agravan el riesgo de una ruptura del orden democrático y vulneran gravemente los derechos fundamentales de la población.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y su Relatoría Especial para la Libertad de Expresión (RELE) condenaron este viernes la creciente violencia en los bloqueos y denunciaron amenazas a periodistas que cubren las protestas. La CIDHPDA se une al llamado de la CIDH al Estado a garantizar el respeto a los derechos humanos, la protesta pacífica y la institucionalidad democrática. Al igual que la organización, consideramos que los líderes políticos deben asumir su responsabilidad para frenar la violencia y fomentar el diálogo.
Llamamos al cese inmediato de toda manifestación violenta, a la protección de los periodistas que cubren los hechos, al respeto del Estado de Derecho y a la restauración de canales efectivos de diálogo que permitan resolver la crisis de manera pacífica. Todo liderazgo, sea social o político, tiene la responsabilidad de reducir el conflicto y trabajar por la unidad nacional.
La CIDHPDA mantendrá una estrecha vigilancia sobre la evolución de esta situación; además, no cesará en su labor de denuncia ni tampoco en el acompañamiento a las víctimas, en favor del respeto irrestricto de los derechos humanos, la democracia y la dignidad del pueblo boliviano.