Redacción
En algún momento de nuestra vida hemos sufrido con el acné, algunos en mayor o menor medida. Aún así, sabemos que una de las principales recomendaciones que escuchamos cuando pasamos por una etapa así es que no debemos tocar y mucho menos exprimir los granitos. Por ello, una buena opción siempre son las visitas al dermatólogo y utilizar tratamientos especializados para eliminar el acné en pocos pasos.
Sin embargo, hay que reconocer que pocas veces se puede resistir a tocar uno que otro barrito y como consecuencia vemos marcas en la piel o pequeñas hendiduras donde solía estar el brote.
Estos casos pueden agravarse cuando exprimimos un grano que está dentro dentro del “triángulo de la muerte del rostro”, que va desde las comisuras de los labios hasta el entrecejo.
El área que queda contenida en este triángulo abarca el bigote y la nariz. Si a pesar de estar en un tratamiento para el acné tus brotes empeora, y aparece un granito en esta parte de tu rostro, lo mejor será que no lo toques, porque en el peor escenario no será solo una marca en la piel, sino una complicación que podría empeorar severamente el problema.
El problema se origina ya que en esa área del rostro se encuentra el seno cavernoso, donde fluyen nervios y vasos sanguíneos encargados de recoger la sangre drenada de vuelta al cerebro. En esta misma zona se ubica la vena angular, que parte desde las comisuras de los labios, pasa por la nariz y llega hasta el ángulo interno del ojo.
Si exprimer un granito de esta área, puede generarse una infección y posteriormente, tener consecuencias fatales.
En el peor de los casos una infección en este triángulo puede llevar a derivar en meningitis, encefalitis o abscesos cerebrales. Las buenas noticias al respecto es que no suele ser común que esto suceda y en caso de presentarse con un tratamiento adecuado y antibióticos no deberá pasar a mayores. Entonces no es todo tan malo como se lee pero no está de más saberlo.
Aún así, si brota un granito sobre tu nariz, es mejor tratarlo con mascarillas hasta reducirlo o bien, acudir con un especialista.
Con información de Vogue