Redacción
En muchas ocasiones se ha mencionado que los chimpancés son muy semejantes al ser humano, ya que tienen comportamientos y habilidades similares. Sin embargo, otras características como la capacidad de organizarse y las ansias de poder también están presentes dentro de estos animales.
Un ejemplo que demuestra lo anterior es lo que fue atestiguado por varios biólogos de África en el año 2001, cuando un antiguo líder de una manada intentó derribar al nuevo jefe del grupo y terminó asesinado por los miembros del clan.
El primer líder era, obviamente, el más poderoso y fuerte del clan. Además, siempre estaba acompañado por un segundo chimpancé que lo igualaba en fuerza y carácter. Un día, el primer líder sufrió una herida y tuvo que apartarse del grupo.
Cuando regresó, el segundo al mando había tomado el poder de la manada, por lo que lo obligó a regresar a su antigua posición y retomó todo el control del lugar. Eso no les gustó a los demás chimpancés y lo orillaron a un destierro.
Después de un tiempo, el antiguo líder decidió volver y se percató que la manada ya estaba liderada por otro chimpancé. Lo más sorprendente fue ver que quien era su amigo y segundo al mando, ahora apoyaba al nuevo líder.
Su nuevo intento por regresar le costó la vida, ya que los otros lo mataron con el apoyo de piedras y palos, y posteriormente devoraron parte de su cuerpo, hecho que de acuerdo con los científicos, fue un encarnizamiento nunca antes visto.
Según los testigos, el ex camarada de este chimpancé no participó en la pelea. Incluso éste intentó reanimar a su compañero, ya que creía que aún seguía con vida.
Los biólogos consideran que este comportamiento es atípico entre esta especie, por lo que creen que la agresividad puede atribuirse a las acciones del hombre sobre su especie, ya que mucha gente toma como mascota a los miembros femeninos, lo que aumenta las tensiones entre los machos.
Con información de Flipa