Catedrático de la UAA analiza posturas de la economía ecológica

Redacción

Aguascalientes, Ags.- Una de las principales preocupaciones de los gobiernos a nivel mundial es la protección medio ambiental y su relación directa con las decisiones en materia económica; principalmente, porque la segunda es entendida como la gestión de los recursos para la producción de bienes o servicios dedicados a cubrir necesidades. Así lo comentó el catedrático del Dpto. de Economía de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, el Mtro. Fernando Alan Martínez Hernández.

Es por ello, continuó el docente adscrito al Centro de Ciencias Económicas y Administrativas (CCEA) de la UAA, que durante los años 70 surgieron posturas que destacaron por su visión holística, como las del decrecimiento y la economía ecológica, mismas que replantean el alcance de la economía más allá de la formulación del sistema económico, señalándola como parte de un entorno natural que debe buscar armonizar la estructura productiva con los ecosistemas a fin de crear un contexto sostenible.

Sin embargo, explicó el Mtro. Martínez Hernández, existen elementos en los planteamientos de la economía ecológica que han provocado su desaprobación social y gubernamental, por ejemplo: la del decrecimiento sugiere la necesidad de reformular la definición de calidad de vida, pues actualmente la misma se liga con la capacidad de consumo, y, por ende, con el aumento de la producción que deviene en crecimiento económico. Por el contrario, dicha postura, plantea que el bienestar debe priorizar la estabilidad del medio ambiente sobre el nivel de consumo, entendiendo que la calidad de vida requiere de un entorno sostenible a largo plazo, por lo que reducir el crecimiento económico y desacelerar las compras es un ideal.

En relación a los esfuerzos por impulsar la protección ambiental, recordó el profesor del Dpto. de Economía de la UAA, la gran mayoría de los países afiliados a Naciones Unidas han firmado compromisos para la reducción de emisiones de dióxido de carbono (CO2), tales como el Protocolo de Kioto en 1997 o el Acuerdo de París en 2016, los cuales lamentó que no se hayan visto reflejados en la aplicación de políticas adecuadas para cumplir con los puntos contenidos en dichos documentos.

Lo anterior, ya sea por la imposibilidad de operar una economía nacional sana bajo dichas restricciones, o bien incluso, por falta de voluntad de algunas naciones en periodos específicos, como podría ser el caso de los Estados Unidos de América durante el gobierno de Donald Trump, situación que consideró delicada pues informó que EUA y China producen conjuntamente más del 40% de las emisiones de CO2 en el mundo.

Finalmente, el académico de la Autónoma de Aguascalientes hizo hincapié en el rol de los ciudadanos en el ejercicio económico y la consolidación de los modelos internacionales, pues a final de cuentas, puntualizó el docente, los bienes producidos dependen directamente de la demanda del consumidor, por lo que incrementar el grado de consciencia de las personas sobre el origen y las implicaciones de los daños a futuro de la transformación de los recursos naturales en productos, sería clave para plantear un cambio de mentalidad general en pro del equilibrio necesario para sostener la actividad económica y el estado del planeta a fin de asegurar la posibilidad de bienestar a largo plazo.