Redacción
Contrario a lo que muchos creíamos, la carga inalámbrica de la batería de los celulares es más contaminante y dañino de lo que se pudo estimar.
De acuerdo con un estudio de los portales especializados en tecnología OneZero y iFixit, esta novedosa manera de cargar los móviles tiene una fuga de casi la mitad de energía que no llega a la batería. Es decir que en el proceso de carga, es muy poca la que realmente llega al celular.
“Cargar el teléfono de completamente muerto al 100% con un cable tomó un promedio de 14,26 vatios-hora (Wh). El uso de un cargador inalámbrico tomó, en promedio, 21.01 Wh. Eso equivale a un poco más del 47% más de energía por la conveniencia de no conectar un cable” señala el estudio.
Este análisis sugiere que esta “fuga de energía” podría ser aún más grande si el teléfono no se coloca adecuadamente, ya que este tipo de cargadores inalámbricos tienen una precisión milimétrica para funcionar adecuadamente.
En resumen, mientras más dispositivos de este tipo de utilicen, mayor será el impacto energético.
“La leve conveniencia de hacer funcionar su teléfono colocándolo sobre una almohadilla en lugar de enchufarlo tiene un costo ambiental sorprendentemente robusto”.
Con información de NTN24