Camuflaje perfecto: la mariposa de hoja seca

Redacción

La naturaleza nunca deja de hipnotizarnos con sus hermosas creaciones. La mariposa de hoja seca (Gastropacha quercifolia), por ejemplo, se encuentra entre estas maravillas naturales. Se trata de una especie de polilla que, cuando la mira, parece una hoja seca cuando cierra sus alas. Contemplarlo es sencillamente espectacular. La parte interior de sus alas está llena de color; pero, si la vemos cerrar las alas, el parecido con una hoja caída es asombroso. Cuesta diferenciarlas. Es un camuflaje perfecto.

El camuflaje es un mecanismo de defensa común dentro del reino animal, pero es innegable que algunos animales lo hacen mejor que otros. Este insecto es una polilla de la familia Lasiocampidae que lleva una especie de doble vida. Por un lado, presenta tonos vibrantes de azul y naranja quemado con puntas negras, y por el otro lado… parecen una hoja muerta. Su envergadura es de 50–90 mm y las hembras son más grandes que los machos. Podemos localizarla en Europa y Asia del norte y oriental.

¿Cómo puede parecer una bonita mariposa y a la vez una hoja muerta? Su mimetismo ha sido objeto de investigación, entre otros, por el naturalista Alfred Russel Wallace quien, de acuerdo con la teoría de la evolución de Charles Darwin, escribió en Westminster Review en 1867 que sospechaba que las mariposas desarrollaron esta apariencia de vida de hoja como una adaptación para evadir la atención de los pájaros hambrientos; pero exactamente cómo lo hacían, representaba un misterio en su época.

Lo que llama quizá más la atención es que sus alas cambian según la temporada. Durante la estación seca, cuando son menos activas, son más brillantes y se parecen más a las hojas secas que se encontrarían en la región. En la temporada de lluvias, estas polillas se muestran en tonalidades más apagadas e incluso desarrollan “manchas oculares” en las alas laterales de las “hojas”. Esto es extremadamente útil porque disuade a las aves, las hormigas y las avispas de reconocerlas como alimento. Pasan desapercibidas en el mundo animal.

Concretamente, los científicos encontraron evidencia de cuatro formas intermedias distintas de esta polilla antes de que evolucionara este modo de camuflaje. Al observar los pequeños cambios en las alas de estas mariposas a lo largo del tiempo, así como en las de 45 especies estrechamente relacionadas, pudieron juntar la evidencia más completa de evolución gradual introduciendo un medio de mimetismo. Descubrieron que varias especies relacionadas compartían un plano irregular de sus alas, lo que sugiere que los patrones observados en el mimetismo de las hojas se han heredado en todas las especies.

“El mimetismo de las hojas en las alas de las mariposas proporciona un ejemplo sorprendente de características adaptativas complejas y ha llevado a especular sobre cómo los patrones de las alas evolucionan en un parecido cercano a las hojas de una forma ancestral que no se parecía a las hojas”, comentan los autores en su estudio publicado en la revista BMC Evolutionary Biology. “Los patrones de imitación de hojas evolucionaron de una manera gradual, en lugar de repentina, a partir de un antepasado no mimético [que no exhibe mimetismo]”.

Con información de Muy Interesante