Mauricio Navarro
Aguascalientes, Ags.- Fue un lunes a las 10:30 de la mañana cuando el Presidente Municipal de Aguascalientes, Juan Antonio Martín del Campo, tuvo una conferencia de prensa, en la cual expuso sus motivos por los que dejaba de contender al interno del Partido Acción Nacional (PAN) por la candidatura al Gobierno del Estado.
Alrededor de este acontecimiento hubo muchos dichos, pero todos coinciden en que el ex Diputado Local fue el ganón en las encuestas, en promedio cuatro puntos por encima de su más cercano competidor, el Senador Martín Orozco Sandoval.
Estas mismas encuestas se habían presentado como el instrumento que definiría la candidatura. Sin embargo, Orozco sabía bien su juego. Primero envió un mensaje de que la militancia iba a ser la que elegiría al candidato, se sabe poderoso al interior de su partido, es dueño y señor de varias posiciones y ha fortalecido su grupo político mediante alianzas hasta con sus ex enemigos, es el caso de Luis Armando Reynoso Femat.
La fortaleza del ex Alcalde está justamente en la base partidista, se le reconoce y sigue como un gran activo del panismo, pero eso no implica que todo sea color de rosa. Sus opositores al interno lograron armarse en frentes que no estuvieron a la altura de las circunstancias, pero lo intentaron.
Martín Orozco ha dado muestras de hacer política bajo la premisa: estás conmigo o contra mí. Cuentan que amenazó en la mesa de negociación con la posibilidad de ser el candidato del Partido Encuentro Social (PES), lo cual dividiría a su partido y obviamente generaría una derrota electoral más escandalosa.
El candidato que perdió en la elección de la gubernatura del Estado, se muestra como un ganador de la contienda interna, pero contrario a ello, no fue electo por la militancia, tampoco es el candidato natural, mucho menos lo eligió la población de Aguascalientes. Martín Orozco logra su registro como precandidato gracias a sus acuerdos centrales y ancestrales. Además, por su propia voz se confirmó que existe otra persona registrada para hacerse de la misma candidatura, sin embargo, en el Comité Directivo Estatal (CDE) han resguardado ese nombre bajo llave, lo dirán hasta que tengan permiso de hacerlo. Esos son los hijos de Maquio.
Orozco parece estar vacunado ante las denostaciones, los encarcelamientos o los improperios, sin embargo, ningún candidato puede evadir reglas de medición muy claras. Por ejemplo: la productividad, transparencia, congruencia y responsabilidad.
Martín le ganó la batalla a Martín del Campo, y en estos menesteres del ejercicio del poder siempre hay heridas que sanar.