Redacción
El crimen organizado incrementó el reclutamiento de menores, principalmente en territorios considerados como focos rojos y donde la pobreza es extrema.
El coordinador de Tejiendo Redes Infancia en América Latina y el Caribe (Redim), Juan Martín Pérez García, sostuvo que los grupos del crimen están usando a más menores para el trasiego de drogas, labores de vigilancia y para ser usados como “carne de cañón”.
Por su parte, la investigadora del Observatorio de Niñez y Conflicto de la Coalición contra la vinculación de niños, niñas y jóvenes al conflicto armado en Colombia (Coalico), Julia Castellanos, mencionó que la crisis sanitaria, el cierre de las escuelas y la migración agudizaron el reclutamiento de menores de edad.
“A la par del reclutamiento para conflictos armados pudimos ver como estos niños halcones que, son utilizados regularmente para llevar información, ahora también llevan armas en ciudades y comunidades rurales. La migración ha sido otro factor para que este problema se potencialice, pues ahora vemos diferentes usos que le dan a menores de edad para cuestiones del narcotráfico y con ellos se ponga en riesgo su integridad”
También sobre este problema se pronunció, Walter Murcia, asesor del Centro Regional de Naciones Unidas para la Paz, el Desarme y el Desarrollo en América Latina y el Caribe (UNLIREC), quien aseguró que desde las escuelas han notado un incremento alarmante en niños que utilizan armas como método para defenderse y agredir a los demás al interior de las aulas.
Aunque no existe una cifra exacta de los niños que están dentro del crimen organizado, los expertos coinciden en que el número pudo haber crecido debido a los cambios sociales recientes.
Con información de Publímetro