Ataque a un soldado de origen musulman, puede ser el principio del fin de Trump

La Jornada

David Brooks
Corresponsal

Nueva York.- Tal vez sea el principio del fin de Donald Trump, y si lo es, el responsable será un inmigrante musulmán.

El presidente Barack Obama declaró hoy que Donald Trump no está calificado para ocupar la silla presidencial y apremió a líderes republicanos a retirar su apoyo al candidato, alimentado un creciente coro nacional bipartidista que deplora comentarios del magnate dirigidos a ese aún sagrado bastión de la política en este país: las familias de militares en tiempos de guerra.

Legisladores y líderes republicanos se han visto obligados a criticar y distanciarse de las declaraciones recientes de su candidato; algunos incluso ya declararon que votarán por otros aspirantes y, a la vez, veteranos militares están solicitando al liderazgo republicano que retire su apoyo a Trump, mientras comentaristas de todas las tendencias políticas se suman a la crítica.

Todo empezó la semana pasada, cuando Khizr Khan, padre del capitán Humayun Khan, estadunidense musulmán que fue condecorado después de morir en la guerra en Irak en 2004, se presentó en la Convención Demócrata y, con su esposa al lado, criticó a Trump por su postura antimusulmana y antimigrante, en uno de los discursos más destacados de ese espectáculo. Khan, quien es un abogado con estudios avanzados en Harvard y emigró de Pakistán a este país, declaró que seguramente Trump nunca había leído la Constitución federal, y afirmó que el aspirante nunca había sacrificado nada ni a nadie.

El pasado fin de semana Trump se burló de la pareja, al afirmar que seguramente la esposa no tomó el micrófono porque no se le permitía hablar (la esposa respondió con un artículo en el Washington Post y en entrevistas, en las cuales afirmó que emocionalmente no aguantaba hablar de su hijo ante el público), y después insistió en que él también había sacrificado mucho al generar miles de empleos y construir edificios –comparando ese sacrificio con el de padres que habían perdido a un hijo– y ayer denunció que Khan lo había atacado con saña.

Aunque a menudo se había atrevido a decir lo que parecían barbaridades que habrían hundido a cualquier otro político, Trump había logrado incluso beneficiarse de ello y alimentar así su imagen de alguien a quien no le interesa ser políticamente correcto. Pero todo indica que esta vez quizá fue demasiado lejos, aun para sus propias bases.

El presidente de la cámara baja, el republicano Paul Ryan, y su contraparte en el Senado, Mitch McConnell, entre otros legisladores, emitieron declaraciones en apoyo a los Khan. El senador John McCain –héroe condecorado de la guerra de Vietnam y ex candidato presidencial republicano– emitó una declaración el lunes en la cual critica a Trump por sus comentarios contra los padres de un soldado caído, y afirmó: espero que los estadunidenses entiendan que esos comentarios no representan las opiniones de nuestro Partido Republicano, sus funcionarios o sus candidatos.

Se sumaron a las condenas la influyente organización Veteranos de Guerras en el Extranjero. Por separado, una coalición bipartidista de decenas de veteranos, familiares de militares muertos en combate, un veterano militar en el Congreso y un diplomático enviaron una carta a Trump el lunes en la cual le dicen que su crítica a los Khan es inaceptable y una afrenta a todos nosotros.

Obama comentó, en conferencia de prensa, que los líderes republicanos tienen que responder a una pregunta sobre Trump: si de manera reiterada ustedes tienen que decir en términos muy fuertes que lo que él dice es inaceptable, ¿por qué lo siguen respaldando? Subrayó que las críticas de sus correligionarios sonarán huecas mientras continúen apoyando su candidatura.

Hoy, el representante Richard Hanna se convirtió en el primer legislador federal republicano en anunciar que no votará por Trump y dará su voto a Hillary Clinton, y aclaró que su decisión en parte es resultado de la controversia sobre el caso del militar Khan. La semana pasada el ex candidato presidencial republicano Mitt Romney anunció que no votará por el candidato presidencial republicano o demócrata, y está contemplando apoyar al candidato de un tercer partido, el Libertario.

Al mismo tiempo, aunque crece el coro contra la indecencia de los comentarios de Trump contra los padres de un héroe militar que dio su vida por Estados Unidos, pocos comentan sobre el contexto del asunto. Arun Kundnani, profesor de la Universidad de Nueva York y autor de un libro sobre la islamofobia en Estados Unidos, comentó hoy que, más allá de que los insultos de Trump a la familia Khan son espantosos, vale la pena recordar que el hijo murió combatiendo en una guerra ilegal, lanzada sobre la base de mentiras islamófobas y apoyada (por la entonces senadora) Hillary Clinton.

Problemas con la dirigencia demócrata también

Mientras se observa el nivel del daño que Trump está provocando dentro y fuera de su partido, los demócratas tampoco gozan de buena salud. Hoy, tres altos mandos del partido fueron echados del Comité Nacional Demócrata como resultado de las revelaciones de correos electrónicos de estos y otros funcionarios, difundidos por Wikileaks hace poco más de una semana, en los cuales se comprobaba que obraron a favor de la campaña de Clinton en su contienda con el senador Bernie Sanders.

Amy Dacey, ejecutiva en jefe; Luis Miranda, director de comunicaciones, y Brad Marshall, jefe de finanzas, están por salir, después de que su jefa, la presidenta del Comité Nacional, la legisladora Debbie Wasserman Schultz, fue obligada a renunciar horas antes de la inauguración de la Convención Nacional Demócrata como resultado de los correos electrónicos.

A la vez, aunque Trump está en problemas, Clinton aún enfrenta el enorme desafío de convencer al electorado de que confíe en ella; la gran mayoría duda de su honestidad. Y es justo ese flanco el que Trump aprovecha para golpearla en cada acto de campaña, como el de este martes en Virginia, donde declaró que ella sólo sabe mentir.